𝑪𝒂𝒔𝒕𝒊𝒈𝒐

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  Su amigo quien solo quería cuidar a su hijo a cambio de traicionar a su compañero termino perdiendo ambas cosas y él mismo fue quien acabo con su hijo tan querido.
  Jschlatt no podía decir nada, así que se fue en silencio de aquel lugar. Ya era medio día y Jschlatt saco filetes para comer mientras caminaba por las solitarias calles de L'manberg y con un poco de curiosidad dijo.

Jschlatt: –¿Debería ir a mi antigua casa?– Mirando el camino para ir hacia su casa. –Sí, quiero ir al único lugar en el que me siento conforme y bienvenido–

  No fue un largo camino, pero se mantuvo mirando al suelo mientras iba hacia allá y, con lo ojos abiertos como platos, vio estando cerca de su casa como ésta ardía en llamas y varias personas al rededor de ella seguían quemandola lanzando flechas con fuego.

Jschlatt: –¿Qué?– Mordiendose los labios viendo como destruían su hogar. –¿Porqué hacen eso? Detenganse, por favor–

  Jschlatt no hablaba alto porque su voz estaba ahogada por un nudo en su garganta y tampoco quería ser escuchado porque si notaban su precensia lo iban a destruir como su casa, pero desgraciadamente.

Ranboo: –¡¡Hey!!– Mirando fijamente a Jschlatt. –¡¡Ahí está el traidor!!–

  La escena era la misma que en la casa donde iba a celebrar su cumpleaños. Él solo quería pasarlo bien con sus amigos ¿cómo pudo llegar a esto? Él podía decir la verdad acerca de la incriminación que le hizo Philza, pero no quería agrandar el sufrimiento de su amigo, haber perdido tu mayor esperanza y sentirte como un traidor, una rata no es algo fácil con que lidiar. Jschlatt solo pudo salir huyendo una vez más y desaparecer entre los árboles para volver a su casa en la montaña.

Jschlatt: –¿Qué puedo hacer?– Tirandose al suelo de su casa. –Ni si quiera pude ver a mis amigos y ahora me verán aún más como un traidor–

⇢¡𝑯𝒂𝒑𝒑𝒚 𝑩𝒊𝒓𝒕𝒉𝒅𝒂𝒚!⇠ ❝𝑱𝒔𝒄𝒉𝒍𝒂𝒕𝒕❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora