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Hace una semana decidí mudarme con un compañero de cuarto para ahorrarme el dinero del alquiler, por suerte mi amigo de secundaria tenía un buen lugar y estaba dispuesto a compartir los gastos, lo conocía desde hace bastante tiempo por lo que sabía que no tendría problemas de convivencia, los primeros días fueron bastante tranquilos solo me instale en el departamento y estuve comprando provisiones para no morir de hambre, no quería incomodar a Jungkook. Lamentablemente esa tranquilidad duro poco porque una presencia llegó a interrumpir mi tranquilidad.
-Kookieee- grito una chica desconocida y se abalanzó sobre mi amigo y lo único que podía pensar era ¿Cómo había entrado al departamento?
-Hola Hana- la chica seguía aferrada a él, parecía una escena de película romántica y solo hice una cara de disgusto.
-¿Me extrañaste? Apuesto a que si- lo soltó y se arregló su cabello, tenía un corte horrible de hongo, fue lo primero que pensé.
-Claro- puso la mano sobre su cabeza y acaricio levemente su cabello- ¿Cómo estuvieron los exámenes?- parecía que ignoran totalmente mi presencia.
-Bueno... Aún puedo darme de baja- sonrió y carraspee un poco haciendo que ambos girarán hacia mi por primera vez, la chica hongo puso un semblante serio.
-Ah claro, Hana él es Taehyung mi nuevo roomie, Taehyung ella es Hana, la vecina del departamento de la lado, viene aquí seguido, ojalá se lleven bien- la chica no apartaba la mirada, me miraba como si fuera un intruso, incluso pensé que se iba a lanzar a atacarme.
¿Llevarme bien con ella? No creo.
-Bien debo irme, solo vine a saludarte, cuídate kookie- volvió a sonreír, vaya dualidad- por cierto te traje un poco de café y galletas de la cafetería, adiós- sin más le dió una bolsa y se fue por la puerta.
-¿Cómo es que entró? Deberías poner más seguridad en la puerta, no quiero que nos roben en medio de la noche.
-Ah eso, tiene una copia de las llaves, viene todos los días y a veces cuida la casa cuando no estoy así que decidí darle una copia.
¿Ella tiene una copia de la casa y yo todavía no tengo una? Cómo es posible.
-Por cierto, aún no he podido darte la copia pero mañana debe estar lista así que no te preocupes, podrás salir y entrar cuando quieras- abrió emocionado la bolsa con comida y me ofreció un poco pero me negué y siguió comiendo.
Volví a lo que estaba haciendo, tal vez debería cambiar la cerradura o poner una silla en la puerta para que ningún otro vecino loco volviera a entrar.
