La noche había llegado a su fin, el sol brillaba como nunca, justo a tiempo para recibir a los nuevos alumnos de la academia Blakewood. Había un ambiente reconfortante, cargado de entusiasmo por los nuevos rostros en el pueblo. Claro estaba que los jóvenes de Escarlata se alegraban al recibir a otros jóvenes, llenos de nuevas historias, pasatiempos diversos y la posibilidad de nuevas relaciones alborotaban aún más las hormonas. Pero también era una realidad que las criaturas de la noche adoraban la sangre fresca, nueva, que jamás había sido probada. También era cierto que los licántropos no se alegraron de ver nuevos rostros, pues temían comprometer la vida de estas inocentes personas, ajenas al pueblo, cuando la luna llena se apoderaba del cielo en todo su esplendor. Por su parte, los brujos de Escarlata sabían que las vidas se esfumarían en un abrir y cerrar de ojos, sin que ellos pudieran hacer mucho al respecto.
Al fin y al cabo, todos los años sucedía lo mismo. Los jóvenes llegaban, el comercio se reactivaba, la sangre fluía pero todo seguía, no habían muchos cambios a pesar de que se anticipaban los hechos. Pero ese año sería diferente, pues el acuerdo entre criaturas sobrenaturales debía respetarse, para evitar que una despiadada guerra naciera tanto en las calles como en el bosque oscuro y solitario.
Asher decidió que era hora de comenzar con su discurso. Todos los jóvenes estaban reunidos en el gran salón de la academia, adornada por muebles color café, estatuas de estilo renacentista y una abundante colección de obras magníficas. En el centro, las enormes escaleras se apoderaban del salón, donde Asher y su extraña hermana se posaban frente a los alumnos.
— Buenos días a todos y a todas— saludó Asher— Quisiera darles la bienvenida oficial a la Academia Blakewood, fundada por quién les habla, gracias a la ayuda de mi «joven» hermana Skylah.
Hizo una pausa y se tomó un breve momento para familiarizarse con los nuevos rostros, y con los viejos también.
— Quiero recordarles que estar en esta academia es todo un privilegio, no hay muchos lugares últimamente...— prosiguió Asher— Nuestro deber aquí es brindarles una educación completa, no importa si están aquí por la matemática o por letras, aprenderán sobre el pasado y mirarán hacia el futuro, conociendo el presente e innovando constantemente.
Habló con firmeza pero cierta carisma que entusiasmó a los jóvenes allí presentes.
— Sepan también que hay muchas actividades extracurriculares de las cuales pueden participar. Contamos con la presencia de nuestro profesor más prestigioso, casi recién graduado, Gerard Gray— lo señaló con una mirada sutil— Podrán acudir a mí en cualquier momento aunque yo no esté mucho tiempo por aquí. Pero mi hermana Skylah suele pasar muchas horas en la academia, ella los ayudará si lo necesitan ¿Entendido?— preguntó retóricamente.
— Entendido— respondieron unas jóvenes recién llegadas, fascinadas por el hombre que les estaba hablando.
— El primer tramo de este año estudiarán conocimientos generales de distintas disciplinas, y si sienten que no están seguros de lo que quieren estudiar pueden encontrarme en la vieja biblioteca, allí podremos charlar sobre eso— comentó Skylah— Quién sabe... Quizás uno de ustedes pueda ser el próximo que descubra la cura de una enfermedad, o quizás publiquen una exitosa saga, compongan música adorada por todos, resuelvan un misterio del universo...— comenzó a bajar el tono de voz— Lo que quiero decir es que todo es posible en la Academia Blakewood— le sonrió con honestidad.
Los comentarios optimistas se hicieron escuchar pronto en el gran salón mientras que algunos susurraban por lo bajo algo no muy agradable de oír.
— Esa rubia de ahí— señaló Lilibeth— Ya es comida para el idiota de Asher— susurró.
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La Maldición de Escarlata - Zodíaco (Actualizaciones lentas)
Novela JuvenilCuentan que en el bosque del pueblo Escarlata cosas extrañas suceden, tan misteriosas que han logrado atrapar las vidas de jóvenes curiosos que jamás logran regresar a sus casas, o por lo menos no de la misma forma en la que partieron. Las criaturas...