Promesa de Invierno ;; JZ + WY

2 M E S E S

Habían pasado con exactitud dos meses, eso hacía que faltará poco para que la pareja conociera el género de su retoño, si, Jin Zixuan era y es oficialmente el padre del pequeño, aunque no sea el biológico lo criara como tal. Wei Ying se encontraba tomando el Té junto a Madam Jin que se volvió una rutina, suegra y yerno compartiendo divertidos momentos gracias al pequeño A-Ning cuando de pronto una de las damas de llaves intervino en el momento para informar a la matriarca de la llegada de su segundo yerno, Nie Mingjue. Al entrar Huaisang corrió hacia Wei Ying.

— Hermano mayor Wei que gusto verte de nuevo – se sentó a su lado extendiendo su abanico.

— Hola Huaisang, me alegra verte – sonrió tomando un poco más de Té cuando un pequeño llanto hizo que dejara la taza a un lado, de inmediato se levantó pero fue detenido por MengYao.

— No te preocupes A-Xian, iré yo – camino hacia el menor que se encontraba en el suelo llorando.

— A-Niang.. – tallo sus pequeños ojitos aún llorando.

— Vamos con A-Niang y le cuentas que paso ¿si? – el menor asintió y camino junto a MengYao, al ver a su madre corrió y lo abrazo fuerte.

— A-Niang.. – sollozo un poco.

— ¿Qué pasó A-Ning? – limpio esas lágrimas con un pequeño pañuelo mientras escuchaba el relato de su cachorro.

Huaisang al ver aquella peculiar escena se dirigió a su hermano y cuñado con una sonrisa divertida, se le había ocurrido algo genial.

— Mingjue, deberías darme sobrinos tal ve... – fue interrumpido por un "cállate" proveniente del mencionado.

— Tks.. no digas nada, no estoy listo para ser padre. – el mayor miró al contrario con el ceño fruncido aunque si le agradaba la idea.

— Gege.. tu futuro esposo es muy malo conmigo – dijo dramáticamente dejándose caer al hombro de MengYao.

— Huaisang, deberías entender lo, es difícil ser padre. – rio mirando al mayor que al parecer le agradaba la idea pero aún así lo seguiría negando.

Todo era risas y bromas cuando llegaron los dos Jin restantes, GuangShan y Zixuan, el pequeño al ver a su padre saltó de los brazos de su madre y corrió hacia él.

— ¡A-Die, A-Die! – alzaba sus manitas llamando la atención del Jin que de inmediato lo alzó en brazos.

Los dos Nie quedaron confusos pues sabían que Wei Ying y Wangji eran pareja, MengYao al ver esto les explicó un poco de la situación o de lo que pasó, Mingjue se veía molesto nunca pensó que un Lan llegaría hacer pero fue tranquilizado por A-Yao. Zixuan se acercó a Wei Ying que lo saludo en un dulce beso.

— ¿Cómo te sientes cariño? – Wei Ying sonrío y dejó nuevamente su Té a un lado.

— Me encuentro bien A-Xuan – el contrario besó la frente del menor y ambos se quedaron sentados charlando sobre su día.

Los demás fueron arreglar la sala y comedor principal pues hoy oficialmente Zixuan le pediría matrimonio a Wei Ying, si muy pronto pero su amor era demasiado sincero y se merecía algo así, Madam Jin estaba orgullosa de su retoño nunca pensó que llegaría a estar con el amor de su infancia. La familia Jiang por supuesto estaría presente a excepción de Wen Qing que por trabajo no podría asistir pero mandaba sus felicitaciones a la feliz pareja.

Eran las dos de la tarde, casi llegaba la hora de la sorpresa para Wei Ying todos andaban de arriba para abajo mientras que con la pareja era tranquilidad, pues el pequeño quedó profundamente dormido por suerte alcanzaron a darle su respectiva ducha

— A-Xuan.. – llamó Wei Ying y de inmediato recibió la atención de su amado.

— ¿Que sucede A-Ying? – tocó suavemente su vientre que realmente todavía era pequeño pero ya se notaba.

— Quiero helado – con sus labios hizo un puchero.

— Iré por tu helado mientras date una ducha ¿si? – sin más el mayor dejó la habitación para ir a la cocina y preparar el antojo de su pareja.

Mientras con Wei Ying, se encontraba en el baño para tomar aquella ducha, accedió porque le vendría bien estaba nervioso, le habían comentado sobre la sorpresa pero hasta ahí no le quisieron dar más información, cuando salió de la ducha Wei Ying busco algo cómodo y que sentará bien, tenía muy buenos gustos en eso de la moda al terminar vio como Zixuan entraba con su helado en mano.

— Aiyo~ te lo compensare – tomó el plato y empezó a comer tranquilamente.

— Con tu atención y besos es más que suficiente – dijo con orgullo el Jin.

Wei Ying rio mientras comía, amaba esa parte de Zixuan, en este poco tiempo que ha estado con el se dio cuenta que no es como lo veía antes, pensaba que era demasiado presumido y demás cosas pero al parecer no. Un pequeño llanto hizo que ambos salieran de su burbuja, Wen Ning había despertado.

— A-Niang.. – Wei Ying se acercó y lo mecio en sus brazos.

— Estoy aquí A-Ning – sonrío dulcemente.

Tranquilizó al pequeño y junto a Zixuan salieron de la habitación rumbo a la sala principal donde ya se encontraban todos, incluyendo la familia Jiang.

— A-Xian – la hermana mayor se levantó de su lugar para abrazar al menor.

— Shijie – correspondió el abrazo.

Todos estaban felices, pues ahí mismo sería la sorpresa ya todo estaba preparado solo faltaba que Zixuan estuviera listo o empezará con su "pequeño" discurso.

— Wei Ying – el nombrado miró de inmediato a Zixuan. — Se que llevamos poco tiempo de ser pareja pero.. quiero formar una familia contigo, estar contigo hasta el fin de nuestros días, estar a tu lado y apoyarte en todo así que Wei Wuxian.. – se arrodilló al frente del menor con una pequeña cajita en mano, cuando la abrió dejó ver un hermoso anillo — ¿Quieres casarte conmigo? –

— Y.. yo.. ¡Aceptó casarme contigo! – se acercó a Zixuan para dejar un pequeño beso en sus labios.

Todos gritaron de felicidad y empezaron a felicitar a la pareja, era un gran momento que de verdad merecía estar en aquellos bellos recuerdos, cuando Zixuan le colocó el anillo a Wei Ying, Madam Jin habló.

— Ya que estamos aquí, hay que celebrarlo con una deliciosa comida. – dijo con una sonrisa y llevando a los invitados al gran comedor.

Era alegría y demás, la planeación de la boda empezaría, las dos matriarcas decían sus opciones al igual que YanLi y A-Yao, las parejas de estas simplemente veían y debes en cuando daban opinión, nadie podía contradecir a esas mujeres o morirían ahí mismo. Todo esto ers felicidad en tan solo...

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