Congelados.

12: Si estás leyendo esto, es demasiado tarde.

POV Nathan.

Déjame darte una lección que espero que no debas usar, pero tienes que saberla: Nunca veas morir a la persona más importante de tu vida sin hacer nada, y menos si tú fuiste la persona que sostuvo el cuchillo. Simplemente se siente que todo dentro de ti ha muerto, y la única razón para que sigas respirando es para sentir la culpa que te castiga fuertemente.

-Brookie, estás bien, estoy aquí, solo resiste... Te amo, todo estará bien -acaricio su cabello, mientras ella empieza a llorar, y su vestido blanco se mancha con el rojo de su sangre.

-Tu pregunta... Sí, duele -trata de sonreír, aunque no puede hacerlo. Yo trato de sonreír entre mis lágrimas, para que ella se sienta mejor.- Está bien. Estamos... juntos.

Volteo un poco la cabeza y grito: -¡Christopher! -lo veo acercarse, corriendo, esquivando a todas las personas que se acercaban a ver que estaba pasando. 

No puedo dejar que muera, incluso aunque ella lo haya pedido. Es que, ambos estábamos seguros de que iba a funcionar... Pero al verla frente a mí, sangrando y sufriendo, no sé si todavía puedo confiar en que suceda. Necesito que ella esté viva. Pero empieza a cerrar los ojos, trato de buscar los latidos de su corazón y ahí están, débiles, pero es lo único que necesito. Solo necesito confiar en que Christopher lo va a lograr.

Christopher logra superar a la multitud, y se sienta a mi lado.

-¡Haz algo! -le grito, ya que no tengo control de mí mismo.

-Todavía no puedo -él se muerde los labios, y logra que sus lágrimas no salgan- Ella lo pidió. Tengo que dejar que muera. Sino, no contará.

-¡No me interesa! No puedo dejarla morir. Está sufriendo, por favor. Curala ya. Ella confiaba... en que la cures, ¡hazlo ya! ¡No la dejes morir!

Él pone una mano en mi hombro, que aparto brutalmente, y toma la mano de Brooke. No hay ningún signo de vida. Entre el dolor, la confusión, las lágrimas y el enojo, apenas puedo notar qué es lo que hace Christopher. Lo único que puedo saber es que su corazón no está latiendo de nuevo, y debería.

-No puede ser... -susurra él, y maldice- ¡Por qué no funciona!

Sus múltiples intentos son vanos. Él sostiene una mano, y yo sostengo la otra. Se concentra, cierra los ojos, pero nada sucede. Entonces, el cuerpo de Brooke empieza a desvanecerse en pequeños copos de nieve. Suena una campana. Ahora el clima es nevado, en pleno verano. Miro al frente y ella no está. Y ya no voy a poder verla nunca más.

¿Qué he hecho?

-¡Dijiste que funcionaría! -le grito a Christopher, que no reacciona- ¡Dijiste que podías salvarla! ¡Que no iba a morir! ¡Me prometiste que nada malo iba a pasar, me hiciste hacerlo, y ahora ella se ha ido!

-Yo... -él no sabe qué decir.

-¡Te odio! -doy un paso hacia adelante y le pegó en la cara.

Christopher cae al suelo, inconsciente. Yo lloro, y pierdo el control sobre mí mismo, entonces todo a mi alrededor empieza a quemarse. Veo a mi padre acercarse, y lo único que hace es pegarme en la cara.

Una vez que me levanto, luego de estar inconsciente unos minutos, logro encontrar la palabra. Vacío. Así me sentía. Todo adentro de mi cuerpo seguía exactamente donde debía estar, pero no tenía una razón para que funcionara.

Me sentía vacío. No tenía ninguna razón verdadera para levantarme de la cama donde estaba. Las sábanas son rojas, así que probablemente me hayan traído allí solo para matarme. Lo merezco después de todo. Yo maté a mi mejor amiga, a mi novia, a la persona más importante de mi vida.