La chica,
cautivada por la belleza
de estos pliegues,
decidió crear
una figura.
Adoraba los pájaros,
en especial las grullas;
su gracia y magnificencia
la llamaban como viento a hoja.
Y así,
paso días y noches,
soles y lunas,
creando a su pequeño ser,
con sus manos de porcelana.
Hasta que una noche,
sin estrellas,
lo logró.
Y este pequeño pedazo de papel,
Le concedio
Un deceo.
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Poemas.
PoetryFragmentos de sentimientos, alientos y acertos, el espejo metaforico de tus propias palabras y lamentos.