Inedito.

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Este capítulo, como dice e o título, es especial. Algunos de mis poemas y fragmentos más íntimos.

***

Para C.

Esperando tus mensajes,
me doy cuenta que no estas.
Quizás ya te dormiste,
o quizás ya te vas.
Me gustaría decirte que quiero tus abrazos,
pero tu presencia es inexistente.
Mis huesos de cristal
son cada vez más fríos.
Me hace(s) falta tu energía invisible,
tus caricias imaginarias, melancolícas y tiernas,
tu constante vaivén de dudas.

Miro el reloj.
Y ya son la una.
Quizás te perdí.
O quizá no.

***

Fragmento.

Pero tarde o temprano todo se vuelve de color gris. La realidad llegó de golpe todas quellas lágrimas embusteras que atacaban violentamente mis ojos y los tornaban a un rojo sangre. A la mañana siguiente recordar que había dormido gracias a las lágrimas, y luego ver que las agujas en rojo surcaban mis córneas sin mi permiso. Y tirarse en la cama y seguir llorando. Un círculo vicioso que se repetía cada noche. Cada recuerdo era una cuchilla punzante.

***

Para C.
Carta 2.

Tú.
Ya no aguanto más.
Eres un alma vagabundo que pasea sin mi consentimiento por mi mente, errante, ya que no te dejo pasar a mi todo. Quizás no. Quizás si. Nadie los sabe.

***

Cristal, mariposa y un reloj.

Y al final de todo,

la metafísica de las mariposas

es cierta.

Todo avanza, todo comienza,

todo termina.

Los rejones avanzan sin esperar a nadie,

con la excusa de que llegan tarde

a la hora del té.

Los conejos los ves con marihuana,

las pompas de jabón ahora son anillos de humo,

y el agua lo cambiaste por vodka,

y ya no apuestas dulces.

***

Carta a R.

Querido:
Ya e leído tus plegarias varias veces. Pero no había tenido el valor y la poca decencia hasta ahora. Un jueves de junio, a las 12:24 AM.

"Pequeño pájaro,
Tú que ya no puedes volar más,
Tú que conoces bien el arte de matar."

Sí. Recuerdo tus palabras. Perdona, olvida y suelta a esta alma sin decencia. En respuesta te digo:

"Yo, que e aprendido el arte de matar,
y también la de olvidar"

Mis condolencias.

***

Carta a J.

Oh. Como olvidarte. Tu me quitaste algo, para bien, y con inocencia, supongo. Es imposible retroceder. No es daño, y mucho menos rencor. Solo quiero decir adiós. Mañana en la mañana no te encontraré. Ni tu a mi. Ni yo a mi.

***

Carta a Ric.

Perdona y acepta. Te robé la inocencia. No te la podré devolver. Tus ojos ya no mienten, si te dejas ver.

Perdona y olvida, mi valiente soldado.

***

Carta a E.

Yo te obsesione. Soy un cristal de hierro inalcanzable, protegido por mariposas y otros chicos. Mira y aprende.

***

Carta a X.

Oh pequeño ladrón de suspiros, amigo entre sombras, no lograste aguantar. En forma de lector lograste surgir.

***

Para a C.
Carta 3.

Comienzo a comprender que uno se vuelve adicta a las paqueñas pociones de droga: los mensajes a las 02:00 AM, los estados de whatsapp con relatividad, y otras pequeñas cosas, que, si no las tienes, sientes frío.

***

Para C.
Carta 4.

Y al final se volvieron a juntar. Y desnudaron sus más grandes secretos. Y quedaron expuestos e indefensos entre los dos.

***

Real.

Puedes buscar en las estrellas aquellas cosas que nadie te dió, pues por más que intentes ataparlo, nunca fue real..

***

Para a C.
Carta 5.

Querido C:

La verdad es que no me "da lo mismo". La verdad es que me preocupa. Me mantiene despierta. No se si yo le importe, pero usted dijo que me quería. Usted me gusta. Entiendalo. Sí, me dan celos. Sí, me pongo nerviosa cuando me habla. Sí, hizo que las mariposas muertas de mi estomago revivieran. Siempre pienso lo peor; que se cortaste. Se que quizás "lo único peor que una chica a la que odias es la chica que te gusta". No es motivo para ignorarme. Sabe que me sacó de las tinieblas ¿Verdad? Usted me hizo vivir. Usted impidió que me ahogara. Me mantiene pensando todo el día en su compañía. Ayer cuando me mandó un mensaje que decía "te amo" mi primera reacción fue taparme la boca. Luego comencé a llorar y me fui a la esquina de mi habitación ¿Cree que esas cosas las causa cualquier persona? Pues no. Es más que un amigo para mi. Sí me importas. Sí ya de una vez quieres botarme, dímelo en la cara para que deje de ilusionarme. Tu me arreglaste, pero perfectamente me puedes hacer más mierda que antes. Por tú culpa escucho música romántica. Por tú culpa no puedo pensar. Quizás ya te perdí. Espero algún día respondas y podamos abrazarnos. Sentir tu cuerpo junto al mio. Sentir que te importó. Que te importa.

Tuya, M.

***

Nota de autora:

Cartas que seguramente sus destinatarios no las verán. Ni su objetivo es envidiar. Estos son fragmentos de mi (corazón). De mi ser. Palabras tiradas al viento como cenizas al aire.

Estas cartas/fragmentos son el celebración de mi aniversario de un añito en Watty. Con todo mi amor. Y especiales gracias a @trxnxtx por mostrarme este universo. Y como esta es la novela más antigua que tengo, pues a celebrar!

M.

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