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Kieran dejó los documentos sobre el escritorio y atendió la llamada, la mujer del otro lado se escuchaba tan emocionada que tuvo que alejar el teléfono por un momento.

Quedó de verse con ella en el café de enfrente y empezó a caminar hacia allá. El lugar era pequeño y lo suficientemente acogedor, escogió una de las últimas mesas que le permitía ver quien entraba, Kieran colocó la chaqueta de su traje tras el espaldar, se sentó y pidió un café.

Veinte minutos después apareció la mujer que esperaba y a la misma vez no, Zack la escogió por él y gracias a eso pensó que estaría bastante alejada de sus gustos, no pudo estar más equivocado.

La mujer era bajita, pelo rubio sedoso y ojos oscuros, le sonrió en cuanto lo reconoció, su lápiz labial era de un rosa pálido.

Ella caminó hacia su mesa y se sentó sin pedir permiso siquiera.

—Hola, soy Mary, tú debes ser Kieran —Kieran asintió—. Debo decirte, me alegra que me escogieras para este proceso, estuve a punto de retirar mi solicitud, pero apareciste justo a tiempo.

Kieran apoyó los codos sobre la mesa y puntualizó.

—Esta reunión es para dejar las cosas claras, sé perfectamente que este tipo de cosas no suelen hacerse así, pero esto es un caso especial.

—Comprendo.

—Escucha, no creo que merezca tu agradecimiento, después de todo mi marido fue quien te escogió —Mary abrió los ojos y lo vio con confusión, Kieran arqueó una ceja.

—¿Marido?

—¿Algún problema con eso?

—¿Qué? No, sólo me sorprendió, no me dijeron nada sobre ustedes.

—Ya te dije que esto será atípico, pondré mis condiciones y una vez las escuches llegaremos a un acuerdo. ¿Vale?

—Sí.

—Cuando tengas dos meses de embarazo irás a vivir conmigo y mi esposo, no te asustes no estaremos los tres solos, ahí estará la mujer que llevará al hijo de mi esposo, o sea, tendrás una compañera de cuarto y también una asistenta, ella velará por ustedes cuando no estemos, lo que es más de la mitad del día.

—Está bien, eso no me molesta.

—No puedes salir de casa sin compañía y tampoco ir sola a las consultas, a esas iré yo.

—¿Y si estás trabajando? —Kieran se encogió de hombros.

—Iremos al otro día, quiero saber exactamente todo lo que pase con ese embarazo.

—Estoy de acuerdo.

—Una cosa más, lee estos documentos y firma.

Mary tomó los papeles y comenzó a leer, firmó dos de ellos hasta encontrar el último y mirarlo con curiosidad.

—Sé que este hijo no será mío, no hay necesidad de este documento.

—No es tuyo, pero estará creciendo ahí dentro, es posible que tu instinto maternal se interponga por ello quiero que firmes eso.

—Vale. ¿Esto es todo?

—Sí, espero que nos llevemos bien.

—Yo también, ahora debo irme a la clínica.

Kieran extendió su tarjeta.

—Toma, este es mi número, cualquier cosa que necesites puedes llamarme.

—Vale, gracias, nos vemos.

Kieran fue de vuelta a la oficina, Zack estaba en su silla de brazos cruzados, su ceño fruncido no transmitía nada bueno.

Matrimonio x contrato (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora