-Ya,Teo para...- la chica prácticamente no podía respirar.
Unos instantes antes "accidentalmente" según ella, tiro su vaso con agua fría en el cabello de su mejor amigo, el castaño la estaba atacando con cosquillas a modo de venganza por lo ocurrido, un suceso muy gracioso a la vista de la chica pero muy, disgustoso para el castaño.
-Ja, piénsalo antes de tirarme un vaso de agua en todo mí hermoso pelo- dijo Teo imitando en un intento fallido a una "diva" causando risas en la castaña.
Los adolescentes se conocían hace ya ocho años, una amistad completamente hermosa, envidiada por varias personas. Se conocieron un 3 de diciembre con siete años de edad, la castaña ese día se había mudado al lado de la casa de Teo , convirtiéndola lógicamente en vecinos.
Cada tarde de pequeños -en ese momento- se encontraban a jugar o nadar en la piscina, a veces tan solo se quedaban mirando el cielo, imaginando formas en las nubes mientras se contaban cada pequeño detalle en su día, compartiendo momentos inolvidables.
Transcurrió el tiempo y una triste noticia llego cuando tenían trece años, la castaña tenía que cambiar de casa nuevamente, aunque sería en la misma ciudad para los dos fue triste, ya no podían juntarse tan seguido o ir a la casa del otro cuando ocurría algo.
Su amistad siguió, con la misma intensidad que antes, incluso, posiblemente con una amistad más fuerte que antes.
El castaño siempre le contaba todo, los mismo que con la chica, se contaban todo, el más mínimo detalle, el más tonto momento.
Pero la castaña no le había mencionado algo a su mejor amigo, ella estaba completamente enamorada de él, un sentimiento que con el tiempo se hizo más fuerte, la chica trataba de ocultarlo, de esconderlo, trato por mucho tiempo de olvidar el sentimiento secreto que tenía hacía el, si llegaba a contarle eso al chico, probablemente su amistad de años se iría directo a la basura, todo lo construido sería en vano por un sentimiento que según la chica era confusión.
Hoy, los dos celebraban su "aniversario" de amigos, se habían juntado desde muy temprano, desayunaron juntos, almorzaron juntos, miraron películas juntos, todo lo hicieron en compañía del otro, aunque algunas cosas como ir al baño lógicamente no lo hicieron juntos.
Ocho años, una cantidad de tiempo bastante larga, ellos no se daban cuenta, para ellos estar al lado del otro era suficiente, el tiempo pasaba volando, era algo de lo que no se preocupaban, disfrutaban cada segundo juntos, era oro.
-Entonces dime, ¿Up:una aventura en las alturas o Alicia en El país de la Maravillas?- pregunto animada la castaña sosteniendo ambos envases que contenían los discos de las películas que habían puesto como opción para pasar las últimas dos horas.
-Alicia en el país de las maravillas- dijeron al unísono. Si, sonara infantil, pero para ellos era un clásico, sus tardes de niños eran jugar y ver Alicia en el país de las maravillas, no se cansaban de verla, aunque la hayan visto gran parte de su niñez y ahora adolescencia.
Teo puso el disco viejo en el reproductor y se sentó al lado de Olivia de nuevo. Se acomodaron sintiendo el calor del otro que sentían reconfortante, afuera hacia demasiado frío.
Las dos horas pasaron volando entre risas, palomitas y bromas entre ambos.
-Teo , creo que ya debo irme, ya son las diez- hablo la chica un poco alterada por la hora. Debía volver a casa lo antes posible.
-Oh, si- dijo Teo un poco desanimado, le hubiera gustado estar un rato más con la chica.
-Olvide mi campera- espeto un poco frustrada la castaña al recordar las palabras de su madre antes de salir de su casa, en donde dijo que haría frío, fue donde mentalmente se "halago" Soy excelente.
