SOY UN IMPOSTOR

Capítulo 74

        Si fue antes, alguien le dijo a Lu Wanghe que un presidente que valía decenas de miles de millones de dólares no se atrevería a decir lo que le gustaba en voz alta debido a su baja autoestima.

        Lu Wanghe definitivamente sentiría que esa persona tenía esa gran enfermedad.

        Pero ahora se da cuenta de que gustar de alguien te hace sentir que esa persona es deslumbrante, tan deslumbrante que te empequeñece y te avergüenza.

        Fu Jingmo siempre había sido el mismo adolescente que no se atrevía a acercarse a él porque le había enviado un ramo de flores, porque era retraído e impopular, y sólo se atrevía a fijarse en él de lejos.

        Este joven tenía un rostro frío por fuera, como si hubiera sido arrastrado desde su juventud por las oscuras batallas de la alta burguesía y las traicioneras nubes del mundo de los negocios.

        Pero en realidad, para Lu Wanghe, siempre había sido un necio, abierto y honesto y ocultaba su corazón, dejándole toda su sinceridad, pensando que brillaba con luz propia, pero sin saber lo bueno que era.

        Cuanto más piensa Lu Wanghe en ello, más siente que su corazón está atascado e incómodo, sin embargo, al levantar la mirada y toparse con los ojos de fénix de Fu Jingmo, de color verde azulado y ligeramente astringentes, como si quisiera consolarle pero estuviera algo perdido por un gran anzuelo de perro, mirándole inocente y nerviosamente, su corazón es un suave lío.

        "...... Fu Jingmo, ¿sabes qué? Cuando me di cuenta de que me gustabas, me asusté bastante".

        "Tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno para ti si empezaba de nuevo. Si en el futuro hiciera una película pero no me hiciera famoso y siguiera siendo un actor pequeño y oscuro, ¿cómo sería digno de ti?".

        "Hay tanta gente a la que le gusta tu dinero, tu poder y tu buena apariencia ...... que parece que no tengo ninguna ventaja sobre ellos".

        Los que pueden tener algo de fama en la industria del entretenimiento no son hombres y mujeres guapos, y entre ellos no faltan las mujeres famosas y nobles que son un buen partido para la familia de Fu Jingmo.

        Simplemente se basaba en el hecho de que Fu Jingmo le gustaba.

        "Pero hay tanta gente en el mundo, dos personas que están destinadas a estar juntas, ¿no se basan en el hecho de que se gustan?"

        La voz de Fu Jingmo era un poco apagada: "He He".

        Lu Wanghe continuó: "Cuando pienso en ello, no creo que haya nada de qué preocuparse.
El hombre que me gusta es muy bueno, es bueno en todos los sentidos, pero si me esfuerzo lo suficiente, siempre seré dign9 de estar a su lado.

        "Lo único que me entristece es que nunca me fijé en ti cuando era joven, o quizá no hubiéramos tenido que esperar hasta hoy para estar juntos".

        Tal vez entonces hubiera podido aportarte un poco de calor, aunque te demostrara que no tenías que tener cuidado con quién te gustaba y podías declararlo.

        Fu Jingmo se acercó un poco más, con su magnética voz casi resonando en sus oídos.

        "Hehehe ......"

        Lu Wanghe abrió la mano y se arremolinó en los brazos del joven.

        "Así que supongo que no hay manera de que pueda volver y agarrar esos viejos tiempos, pero para el tiempo que viene, quiero tratarte bien, bien, bien, bien, bien, bien ......"