SOY UN IMPOSTOR

Capítulo 51

        El viento de la sala pareció estancarse por un momento en el momento en que se pronunció la elegante voz del joven, y luego fue como un viento de montaña silbante que surgió de repente, enredando cada vez más los ambiguos hilos del amor entre los dos.

        Lu Wanghe no entendía por qué había dicho esas palabras en ese momento y lugar, pero después de pronunciarlas, su corazón, que había estado envuelto fuertemente en una fina tela de araña, pareció aflojarse un poco y luego se levantó aún más tenso, vagamente tenso, pero más bien por la expectativa.

        No pudo contener la mirada y dejó caer las pestañas bruscamente. El apuesto rostro de Fu Jingmo desapareció de la vista, sustituido por la blancura de la cama del hospital, sobre la que caía la silueta de una persona, la indistinta sombra gris claro vacilando ligeramente, lo que a su vez evocó una profunda conmoción en su corazón.

        Hubo un largo silencio, tan largo que Lu Wanghe casi sospechó que el tono de las palabras que acababa de decir era demasiado suave y que Fu Jingmo no las había oído en absoluto.

        Los largos y finos dedos del joven hurgaron inconscientemente en la sábana, apretó los dientes y apretó la voz para hacer una pregunta.

        "Fu Jingmo, tú ......"

        Esta relación de la que se habla o no, ¡dice algo!

        La respuesta a él fue un cálido abrazo.

        Apenas había reaccionado, ni había visto con claridad los movimientos de Fu Jingmo, cuando ya fue tomado por el hombro y abrazado entre sus brazos, su hombro golpeó fuertemente el pecho de la otra parte con un cálido calor corporal, los dos corazones casi chocaron en un mismo lugar, incluso el latido se unificó.

        La voz baja de Fu Jingmo estaba tan apagada que apenas podía oír sus emociones, pero la exhalación le roció el lóbulo de la oreja, provocando inmediatamente un cosquilleo.

        "Te quiero, Hehe ......"

        "Sé mi novio".

        El rostro de Lu Wanghe, recién untado, apenas había retrocedido en el calor que tan fácilmente había retrocedido en este instante, como si hubiera vuelto a incendiarse, lanzando un súbito estallido de calor que tiñó las mejillas de la adolescente con un rubor ebrio, haciendo resaltar los ojos cada vez más oscuros de aquellos ojos oscuros.

        Dudó y volvió a rodear con sus brazos la cintura del otro hombre, sintiendo que la palma de su hombro se hacía más dura, casi tratando de anidar en su abrazo.

        La mandíbula de Lu Wanghe se apoyó en la boca del hombro de Fu Jingmo, y un agradable aroma a detergente de lavandería se retorció hasta la punta de su nariz.

        Su respiración se entrecortó y, de repente, cerró los ojos con suavidad, sus nudillos se flexionaron ligeramente al aferrar la tela de la espalda de Fu Jingmo.

        "...... Bien por ti, novio".

        Este abrazo duró mucho tiempo, y ninguno de los dos habló.

        Lu Wanghe albergaba cierta psicología sutil, codiciando la calidez y el tacto extraordinariamente tranquilizadores cuando ambos se abrazaban.

        Hacía mucho tiempo que no sentía tanta seguridad por parte de alguien desde su debut.

        Acostumbrado a vivir en el centro de atención, acostumbrado a los interminables flujos de comunicados de prensa, a los interminables flujos de paparazzi.