CHAPTER 9

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"Él"

La idea de convivir con la teniente Tae Eul y Lyss era algo que Gon hubiera preferido no hacer, pero con la llamada histérica de Eun Seub informando sobre su desplazamiento hacia el hospital casi quince minutos después de salir del departamento, lo hicieron cambiar bruscamente de opinión. Prefería soportar una semana encerrado con la primera ministra Koo, que no tener noticias sobre la forense.

De camino al hospital, había intentado convencerse de que no había sucedido nada malo, pero resultaba difícil sabiendo que, Lee Lim seguía vivo. Y si le sumaba el hecho de que no tenía idea en qué mundo se encontraba, el panorama no hacía más empeorar. Aunque si lo pensaba mejor, Mi-Suk había estado acompañada por ambos chicos Jo, y Young estaba entrenado en todo tipo de combate y armas, lo que disminuía exponencialmente las probabilidades de un ataque por parte de su tío.

Al llegar, no perdieron tiempo y se dirigieron a la recepción, preguntaron por la chica y en cuando la secretaria les dio la información, se trasladaron a la sala de espera donde se encontraron con Eun Seub y Young.

—¿Qué paso?

—¿Cómo está?

—¿Es grave?

Preguntaron atropelladamente los tres al mismo tiempo, deteniéndose frente a ambos chicos Jo.

—No sabemos, acaban de llevársela —les respondió Eun Seub con el nerviosismo a flor de piel.

—Hay que esperar —añadió Young, quien tenía parte de la cara oculta por un cubrebocas. Los tres asintieron, estando de acuerdo, pero decir y hacer eran dos cosas muy distintas; el tiempo transcurría lento y los minutos se volvían tortuosos.

Finalmente, alguien se les acerco.

—¿Familiares de la señorita Jo Eun Hye? —llamó el doctor escaneando a cada uno.

—Somos nosotros —respondió Eun Seub, señalándose y señalando a Young —. ¿Está bien? ¿Podemos verla?

—No por el momento, le administramos un sedante...

—¿Un sedante? —lo interrumpió él sin poder evitarlo —. ¿Por qué? ¿Qué le paso?

—La señorita Jo sufrió un colapso nervioso —les explicó —, y necesita reposo.

—¿Y eso no es dañino para ella? —preguntó Tae Eul.

—No en estas circunstancias —interrumpió una nueva voz antes de que el doctor pudiera abrir la boca para contestar.

Inmediatamente se giraron y al hacerlo, se encontraron con un hombre en silla de ruedas, vestido en bata de hospital y de la misma edad del señor Jung, tal vez un poco más grande.

—Director Aan —soltó el doctor como saludo al hombre que se encontraban en la entrada de sala.

—Yo me encargaré —informó el mayor, moviéndola las ruedas de su silla para acercarse a donde ellos —, puedes retirarte.

—Claro —dijo el doctor, entregándole el portapapeles que tenía en manos a su superior —, que pase buena noche —dicho eso, hizo una inclinación y se fue.

—¿Y bien? —cuestionó Lyss en cuanto estuvieron solos —. ¿Qué va a pasarle?

—Se quedará internada un par de días para observación, pero antes llevar a cabo algún otro procedimiento el hospital necesita saber que la orillo a esto —les explicó, tomando el bolígrafo —, así que díganme, ¿han tenido algún caso inusual?

La pregunta paralizó a Gon y paralizó a los demás. No podían decir la verdad porque sonarían cómo unos locos, pero ¿qué otra cosa podía justificar el elevado nivel de estrés por el que Mi-Suk se encontraba pasando?

WORLDS | The King: Eternal MonarchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora