Especial 500☆

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Tristeza.

Eso era lo que sentían Shouyo y Atsumu al no poder tener hijos.

En el caso de Shouyo se sentía inútil. No poder cargar a los futuros cachorros de Atsumu le hacia sentir de una manera pésima. Y debido a eso se alejó un poco de Atsumu y se quedaba encerrado en su habitación llorando.

Por parte de Atsumu, el se sentía la peor persona del mundo. El no poder ayudar a su Omega le hacia demasiado daño, ya que el sentir el sufrir de su pareja también le hacia sufrir a el. Y aunque quisiera ayudarlo Shouyo siempre se negaba.

Esa fue la etapa más difícil de su relación.

Tanta era la inseguridad de Shouyo que hasta pensaba que si el no podía quedar embarazado dejaría que otra persona los pudiera cargar. Haciendo así el final de su relación.

Claro que nunca se lo dijo a Atsumu, sabía que se enojaría de sobremanera con el por pensar algo así. Así que se quedó callado, cosa que fue peor para su situación.

También se habían hecho exámenes, para saber si algún problema era por parte de sus cuerpos y no por el destino. Ambos salieron sanos, sin ningún problema.

Hubo un momento en que Shouyo ni quería ver a Atsumu pensando que el no merecía ver a alguien inútil.

Cosa que para Atsumu fue lo peor que le paso en la vida, no tener a su sol a su lado le ocasionaba un dolor inexplicable.

Así pasaron unos cuantos meses. No fue hasta que Osamu, Kageyama y Kenma decidieron hacer una tipo cita a ciegas.

- ¿Para qué es esto? -Preguntaba Shouyo con un vestuario en manos.

- Para que te lo pongas, no es obvio -Respondio Kageyama.

- Pero no quiero salir... ¿A dónde iré?

- Es una sorpresa, y nos vale que no quieras salir -Hablo Kenma.

- Pero...

Kageyama sabiendo que su amigo no iba a parar, lo agarró y lo empezó a desvestir.

- ¡¿Qué haces?!

- Voy a vestirte, Kenma ayúdame

- Voy

Kenma se acercó y con muchos manotazos, gritos, arañazos y entre otras cosas pudieron vestir a Shouyo.

- Esto es... -Shouyo se veía en el espejo sorprendido, tenía puesto unos pantalones negros rotos y una playera gris un poco holgada, como en la primera cita que tuvo con Atsumu.

- Si, si es -Contestaron ambos Omegas.

(...)

- ¿Para qué es esto? - Preguntó Atsumu viendo la ropa que había en la cama de su hermano.

- Para que te lo pongas, ¿no es obvio?

- ¿A dónde iré?

- A una cita

- ¿Con?

- Lo sabrás después

- ¿Es con Shouyo?

- No lo sé

- Si no es con Shouyo no iré a ninguna parte

- Me vale

De repente se abrió la puerta mostrándose Kai y Tsukishima.

Atsumu de un momento a otro ya estaba atado a la cama y con los otros Alfas vistiendolo.

En este caso hubo más patadas y gritos.

Cuando terminaron Atsumu se quedó helado, estaba vestido de la misma manera que su primera cita con Shouyo.

Mi solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora