Especial 1000☆

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- ¿Bebé? -Preguntó Atsumu.

Nadie respondió.

- ¿Cariño?

Nuevamente sin respuesta.

Y no es que estuviera solo, simplemente parecía que su pareja estaba enojada con el y pues no le contestaba.

- ¿Amor?

- Ya cállate -Dijo irritado Shouyo.

- ¡Es que no se que hice mal!

- ¡Eyacular dentro!, ¡Eso fue lo que hiciste mal, pendejo!

- Pero tu dijiste...

- ¡¿Cómo mierda vas a hacerle caso a un Omega en celo?!

- ¿El calor del momento?

Shouyo, al ver que su Alfa no reaccionaría salió de la habitación.

Su celo había llegado y su madre se ofreció para cuidar a sus hijos, Shouyo aceptó y cuando terminó su celo se dio cuenta de que Atsumu no había usado protección y pues estaba la posibilidad de quedar embarazado nuevamente.

Cosa que el no había planeado.

Aunque claro, aún no era seguro el hecho de que estuviera preñado.

Pero el lo presentía.

Bajaba por las escaleras sintiéndose extraño al no escuchar a sus pequeños  (No tan pequeños) hijos.

Su madre aprovechó su celo para tener por un gran tiempo a sus nietos, y era lógico, pero aún así ya se había acostumbrado a sus ruidosos hijos. Los extrañaba.

No obstante, Shouyo si había disfrutado de su celo.

Pudiera parecer enojado por eso pero la realidad era otra.

Hacia tiempo que no realizaban el coito.

Y Shouyo debe admitir que lo disfruta bastante.

Pero el hecho de la irresponsabilidad de Atsumu fue el que lo molestó, y demasiado.

(...)

Había pasado una semana de lo sucedido y el pelinaranja ya no estaba del todo enojado.

Ya se había calmado.

Pero cuando empezó con vómitos la situación cambió.

Sus hijos ya estaban con ellos así que no podía andar de infantil e ignorar a Atsumu por enojo.

Así que pidiendo ayuda a Kageyama para que el le comprara una prueba de embarazo y usando una excusa de que saldrían ellos a comer, Shouyo descubrió que estaba nuevamente preñado.

- Atsumu -Dijo Shouyo entrando a la cocina.

Atsumu volteó y habló- ¿Qué pasó bebé?

- ¿Podemos hablar?

Y ahí fue cuando Atsumu sintió el verdadero terror.

- Eh, claro

Con eso dicho, Shouyo agarró la mano del Miya mayor y se dirigieron a su habitación.

- Bebé, ¿Qué pasa? -Preguntó Atsumu.

El pelinaranja sin decir nada sentó a Atsumu en la cama y el se sentó arriba de él.

- ¿Shouyo?

- Estoy embarazado Tsumu, y antes de que hables déjame terminar

Atsumu sorprendido y aún no del todo concentrado asintió.

Mi solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora