Prólogo.

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En los límites del País del Fuego y el País del Arroz, en estos momentos, solo se podía ver un devastadora situación

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En los límites del País del Fuego y el País del Arroz, en estos momentos, solo se podía ver un devastadora situación. Mientras el ocaso estaba en todo su apogeo, dos hombres se veían en un valle, ambos de pie y enfrascados en miradas penetrantes.

—Detén esto de un vez, Madara. No quiero acabar con tu vida.—dijo un hombre de cabello color negro y bastante largo, tanto que le llegaba hasta su cuello; ojos negros como la noche y llevaba una armadura de color rojo bastante desgastada. Su nombre era Hashirama Senju, líder del Clan Senju, y Primer y único Hokage de la Aldea de la Hoja.

—¡No, Hashirama! Este valle será la tumba de uno de nosotros dos. —respondió entre jadeos un hombre de largo cabello puntiagudo color negro, casi le llegaba a su cadera, cubría la parte derecha de sus rostro, cubriendo su ojo tan oscuro como el carbón. Vestía una armadura del mismo estilo que su rival. El nombre de aquel guerrero era Uchiha Madara, ex-líder del Clan Uchiha y co-fundador de la Aldea de la Hoja.

Con una expresión de enojo y molestia, Uchiha soltó un gritó de guerra y emprendió la corrida hacia Hashirama, éste cambió su rostro a uno de seriedad, e imitando a Madara, Senju se lanzó en su dirección.

¡Madara!, ¡Hashirama! Soltaron ambos rivales alargando la a

——Después de la Increíble Lucha——

—¿Cómo es que terminamos de esta forma, Madara? —se preguntó Hashirama mirando el cadáver de su viejo rival.

Madara yacía inerte en el suelo sin algún signo de vida. Hashirama bajó la cabeza en respeto por su amigo caído

Él sabía mejor que nadie que, en el mundo shinobi, la muerte y el asesinato siempre estaba presente, aún así, asesinar con tus propias manos al que fue, desde pequeño, su amigo, compañero y rival de combate, no era exactamente lo más agradable. Lo peor de todo era que, a pesar de haber visto a su amigo ir cayendo poco a poco en la oscuridad, no hizo nada para detenerlo antes.

Lo conoció cuando era todavía un niño, fueron rivales, luego enemigos y finalmente, tras decenas de luchas, sangre y muerte, unieron sus Clanes en nombre de la paz, y formaron Konohagakure No Sato.

Al principio, todo marchaba bien, la Aldea prosperaba, más Clanes llegaron y se unieron a ella, llegaba la hora de escoger un nuevo Hokage, y fue él, el elegido para serlo. Madara, de pronto, comenzó a alejarse de él, de la aldea, de su Clan. Un profundo sentimiento de traición, deslealtad y abandono se situó en su ser. Terminó siendo consumido por la oscuridad, y buscando una paz que para Hashirama estaba errada, por diferente pensamientos tuvieron que enfrascarse en una arrasadora batalla, dejando a solo uno de ellos vivo.

—Lo siento, viejo amigo.... Pero tus ideas estaban erradas, no podía dejar que acabaras con las paz que creamos juntos. —dijo Hashirama, el tono de pesar se podía notar en su voz. Se volteó y comenzó a alejarse de la larga batalla que había librado.

Naruto Uzumaki... Uchiha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora