Capítulo 1

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Eran las 10 de la noche el ambiente se ponía cada vez más intenso la música estaba a todo volumen y un par de hombres se encontraban en el mismo grill/bar sin saber que esa noche cambiaría la razón de su estancia en el mundo terrenal.

En el rincón más apartado y oscuro solo se podía ver un vaso de whisky con hielos ser levantado mientras su dueño estaba interesado en la persona que estaba al extremo del lugar bailando sin parar al ritmo de la música.

Un hombre alto, con cuerpo marcado pero no obsceno, una sonrisa que derretía el corazón más frío, y unos movimientos de cadera que hacían arder más fuego en el mismo infierno, había probado por primera vez en su existencia los efectos de combinar 3 rondas de tequila con cerveza cerrando con un whisky en las rocas; desinhibido por el efecto en su cuerpo se movía al ritmo de la música pero bajo la mirada del hombre más candente y moreno que jamás pensó que iba a conocer, pero que esa noche cambiaría por completo su historia.

Pasaban las horas y su misión empezaba a frustrarlo.

Tul: cómo voy a encontrar a alguien en este sitio el terreno humano es enorme y jamás me dijeron como se vería exactamente (hablando en voz alta a la nada y rascándose la cabeza)...

Sin importarle más y frustrado por su misión siguió bebiendo y bailando hasta que llegó a la mitad de la pista, y a punto de caerse, unos brazos fuertes, bien delineados y con una suavidad que al tocarse se podía sentir que ardía su piel, lo sostuvieron; fueron milésimas de segundos que para ellos duró una eternidad el verse a los ojos y desearse como nunca hubieran imaginado... sus bocas se acercaron lentamente... dejándose llevar por el momento el moreno lo acerco más a su cuerpo y sin separarse del beso lo llevó a su mesa donde intercambiaron un par de caricias y un par de besos más cuando por fin pudo hablar...

Max: no sé quién eres y que tan borracho puedas estar pero no quiero terminar aquí... no sé si mañana podré seguir contigo, pero quiero estar este día recorriendo tu cuerpo cada milésima de el.... me acompañas? (Extendiendo su mano para que el otro la tomara)

Cegado por la emoción, el deseo, pero sobre todo por la hermosura del contrario Tul tomó su mano y se dejó guiar por el moreno que en ese momento lo tenía cautivado...

Llegando al motel junto al río Max sin más premura pidió una habitación para todo el día. Entrando a la habitación, Tul se sentía algo mareado, pero al tratar de tomar la botella de agua y abrirla, Max se le acercó por detrás, le quitó la botella y tomando un sorbo dejó algo de agua en su boca, se acercó a tul y traspasando el agua de boca a boca, iniciaron una guerra de besos para saber quién tendría el control; Max estaba confundido, no sabía exactamente qué estaba sintiendo en su pecho, si es que un demonio podía sentir algo más que el placer del cuerpo, al contrario de Tul, que estaba asombrado por que nunca pensó que un "humano" le fuera despertar esa impresión más allá de un encanto.

Ambos cuerpos se desnudaban, con la misma intensidad que se besaban, las manos empezaron a recorrer el cuerpo de cada uno, Max sostuvo en sus brazos a Tul dirigiéndolo hasta la cama, donde lo acostó para tener acceso a todo ese cuerpo musculoso, dejando besos que viajaban desde el cuello hasta el pecho, deteniéndose en esos pezones tan rosados y excitantes, chupándolos y mordiéndolos sin ningún reparo.

Los gemidos de Tul no demoraron es hacer ruido por toda la habitación, provocando en el demonio un ardor en su interior que no supo cómo definirlo en aquel entonces.

Max: eres la primera persona que me hace sentir quemar por dentro, quiero entrar ya.

Las palabras de Max despertaron en Tul el deseo que nunca había sentido, un ángel virgen, si, es normal, pero al estar en la tierra son muy influenciados a sentir lo que un humano siente. Y eso era lo que le pasaba a este ángel.

Mientras que tul se enfocaba en sentir y recibir el placer, Max lo iba preparando para entrar, con un dedo previamente humedecido con su propia saliva, entraba y salía de su rosada entrada, y con su boca iba succionando aquel miembro endurecido, y a medida que seguía escuchando los gemidos de Tul iba incrementando la velocidad.

Tul: aaa más, quiero más.

Y como una orden dada, Max perfiló su miembro contra la entrada de Tul, y sin medir reparos, entró con toda la fuerza que tenía, aun sabiendo que siendo demonio, ningún humano podría soportarlo, pero era tanto el apetito de placer que sentía que no midió, aunque para su sorpresa, tenía a un Tul gimiendo, encorvando su espalda pidiendo por más.

Max: eres el ser más provocativo que he visto en toda mi existencia.

Tul: y tú eres el ser más caliente que he visto en toda mi existencia

Los movimientos de vaivén no pararon hasta que se escuchó un sonido tan fuerte proveniente de ellos dos, un demonio y un ángel entregándose en cuerpo por primera vez en toda la historia.

Luego de terminar toda una noche de sexo desenfrenado, ambos se recostaron en la cama, con sus sonrisas que no se desvanecían.

Max: de dónde eres? No, mejor, dime, quién eres? Cómo te llamas?

Tul: mi nombre es Tul, y el tuyo?

Max: mucho gusto Tul, soy max.

Las risas no dudaban en aparecer, era como si ambos estuvieran drogados.

Tul: hace mucho que vives aquí?

Max: hace un par de días.

Tul: oh! Lástima, quería preguntarte si conocías bien la ciudad, necesito a alguien que me guíe

Max: bueno, hace días llegué, pero la conozco muy bien, he venido varias veces, puedo ayudarte con eso.

Tul: perfecto, eso significa que nos volveremos a ver.

Max: y no pensaba dejarte ir tan fácil.

Tul: por cierto, me puede ayudar a buscar un lugar donde vivir?

Max: no hay problema con eso, puedes quedarte conmigo el tiempo que desees.

La noche pasó y ya con la aparición de los primeros rayos de sol, se levantaron para recibir el desayuno a la habitación; lo cierto es que pasaron todo el día juntos y ninguno de los dos han podido descifrar lo que están sintiendo por dentro.

VI AL DIABLO LLORAR por amor (maxtul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora