Un ángel puro y un demonio con ansias de poder ambos enviados como humanos a la tierra con una misión..destruirse el uno al otro..
Pero por casualidad coinciden sin saber quiénes son ,y un nuevo sentimiento comienza a nacer entre los dos..
Que pas...
Tul se encontraba a ciegas ante aquel lugar cuando escuchó un gruñido casi cerca de su oído que le hizo temblar la piel, pues conocía perfectamente de quien pertenecía...
Tul: yo, tengo que completar mi misión
Max: acaso no ves que no podré matarte, te amo Tul, en que parte de mis sentimientos te perdiste que no lo entiendes?
Tul: dejemos de lado los sentimientos, y concentrémonos en nuestra misión.
Max: solo quiero escucharte una vez más. Me amas? Me amas como yo a ti?
Los segundos que pasaron en silencio pareció la misma maldita eternidad, Max no estaba soportando su macabra afonía, y por el contrario, Tul agradecía la oscuridad presente para no verlo directo a los ojos y descubriera que en todo su corazón solo tiene ojos para él.
Alrededor se empezó a sentir la gran batalla que encendía ángeles contra demonios, dejando un rastro de heridos y muertos, los relámpagos no tardaron en hacer presencia hasta en la tierra, anunciando la gran guerra que se vivía abajo, lo volcanes empezaron a hacer erupción, la tierra se estaba volviendo un caos junto con el infierno.
Kao seguía avanzando hiriendo a cuanto demonio lograba su daga, sabía, que iban a tener muchas bajas de ángeles muertos y heridos, pero no más que los demonios.
Mientras tanto en el salón infernal, se encontraban iniciando la gran batalla final; Max y Tul ya se encontraban en posición de combate.
Max: dime que me amas!!
Tul: eso solo empeoraría la misión.
Y sin medir en más reparo, se abalanzó contra Tul, abrazándolo fuertemente uniendo sus labios con los suyos, el beso fue enérgico, Tul cerraba los ojos dejándose llevar por las emociones que se siempre estaban presentes, las manos de Max empezaban a recorrer su espalda, y cuando Tul sintió que su miembro se estaba despertando, reaccionó, no podía dejar que esos sentimientos se hicieran presentes; con un movimiento afanoso apartó con un gran empujón al demonio dueño de su corazón.
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Max: dime que me amas!!! Solo eso necesito escucharlo! DIME QUE ME AMAS!
El silencio volvió a reinar por varios segundos, hasta que Tul entró en acción, empuñando su espada se impulsó con sus alas desplegadas hacía Max; los sonidos de los roces de sus espadas se escuchaba en los cielos, la pelea que se estaba llevando era justa, ambos con las mismas ventajas, la misma fuerza, y el mismo sentimiento de por medio.
En los cielos, el pequeño Earth, no podía con la incertidumbre, no había tenido noticias ni de sus hermanos ni de Santa; y sin pensarlo, abrió sus hermosas alas blancas para levantar el vuelo al mismísimo infierno.
Entrando cauteloso, en medio de fuego, y sonidos que retumbaban en sus oídos, sintió que alguien le tapaba su boca y lo arrastraba volando hacia atrás a las afueras de las puertas infernales; Earth trataba de soltarse, pero la fuerza de su contrario era mucho mayor.
