𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐭 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ❘ Cᴏʀᴀᴢóɴ x Rᴇᴀᴅᴇʀ ❘

5º Corazón

Murmurando para sí misma, perdida en sus pensamientos, la Teniente Alice llevaba una carpeta gruesa llena de  papeles en sus brazos mientras los hojeaba suavemente con los dedos de su mano libre. Se había ofrecido como voluntaria para hacerse cargo de algunos informes atrasados, ya que habían pasado unos días desde que el Comandante se había ido a su misión, por lo que tuvo tiempo para ayudar a Sengoku a aligerar el papeleo. Iba de camino a la oficina del Almirante para entregar los informes mientras el día afuera parecía normal, soleado y pacífico; en esos días sin mucho movimiento, la mujer de ojos verdes se encontraba constantemente suspirando sin motivo alguno. O tal vez había una razón, pero ella todavía no la reconocía.

Pasando por el gran vestíbulo de paredes azules, Alice subió las escaleras laterales y tomó el camino de la derecha, por donde caminaba con mayor frecuencia. Por ese corredor estaban las salas de equipo A y E, así como la habitación del Almirante, sus habitaciones y las habitaciones del Comandante. Parte del corredor se ensanchó y se extendió a un elegante balcón rodeado por un muro de piedra blanca, proporcionando una amplia vista del exterior y al mar frente al Cuartel. Sin embargo, la Teniente rara vez se detenía a admirar la vista, ya que estaba decidida a cumplir con sus deberes por encima de todo. Había trabajado demasiado para llegar tan lejos y no perdería ni un solo segundo.

Alice parpadeó mientras su mirada se enfocaba hacia adelante, en una habitación abierta más abajo en el corredor norte. Pudo notar fácilmente al Comandante Rosinante allí, y su corazón dio un vuelco. Estaba a unos metros de distancia, aparentemente hablando con un par de soldados de la Marina; y la mujer se sorprendió al ver su expresión.

Rosinante tenía una expresión seria en su rostro. Hablaba en voz baja pero fácilmente identificable y, a veces, hacía un gesto breve con una mano mientras la otra permanecía en su bolsillo. Estaba vestido con su espléndido uniforme blanco con su abrigo exterior sobre los hombros, una camisa azul marino debajo y una corbata blanca. Alice se sonrojó distraídamente al darse cuenta de que lo estaba mirando fijamente. Algo revoloteó dentro de su pecho, y sus pensamientos vagaron cuando notó que el hombre alto y rubio podía ser tan serio como suave y gentil; así como un poco torpe ... de una manera cariñosa. Era una caja de infinitos misterios y sorpresas.

Sonriendo sin darse cuenta, Alice había dejado de caminar para contemplar la escena aún sosteniendo el papeleo. Vio a Rosinante mover su brazo mientras les decía algo a los soldados y ellos le saludaban respetuosamente con la cabeza. Pero incluso desde la distancia, la Teniente pudo ver que los dos hombres miraban al Comandante con algo más que respeto; con intimidación. Era curioso ahora, después de conocerlo mejor, notar lo mucho que otras personas parecían estar aterrorizadas de él. ¿Fue por su rango o altura? ¿O su mirada fija y seria? ¿Era por eso que Rosinante le había preguntado si daba miedo cuando apareció con su disfraz de Corazón?

De una manera desconcertada, pensó la mujer de cabello dorado para sí misma. ¿Estaba solo? Debe ser difícil ver a toda la gente a tu alrededor temiéndote. Pero aun así, el Comandante fue cálido y amable. ¿O simplemente era así con ella? ¡Quiero decir, ese fue un pensamiento estúpido ...! Alice estaba segura de que era cortés con todos, Sengoku podía demostrarlo. Solo estaba concentrado en dar instrucciones a los soldados, por supuesto.

Sorprendida, la Teniente salió de sus pensamientos a tiempo para ver a los dos soldados alejarse hacia un amplio pasillo a la izquierda. Desaparecieron de la vista cuando el Comandante movió su mano izquierda hacia uno de los bolsillos y sacó un cigarrillo, colocándolo en sus labios antes de encenderlo lentamente. Respiró hondo y suspiró mientras guardaba el encendedor y luego parpadeó, girándose ligeramente hacia donde estaba parada Alice. Al verla allí, la expresión seria de Rosinante se transformó instantáneamente en una sonrisa brillante.