Coincidencias

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El extraño compañero que parecía un nerd sacado de alguna comedia americana seguía intentando descifrar los escritos por sobre un cuaderno que plena vista se notaba que no le pertenecía, la letra era muy más ordenada que la propia, tenía pequeñas anotaciones de colores que explicaban mucho mejor de lo que podía entender clase a clase lo que los profesores dictaban en el periodo escolar. El rubio se acerco a este, girando la silla cerca del escritorio para poder apreciar más de cerca el motivo por el cual parecía tan frustrado mientras transcribía algo de la materia.

– Tu cara da asco. –

Fue lo primero que soltó ganándose una mirada de soslayo por parte del azabache.

– Cierra el pico. –

Respondió casi con inercia, una respuesta inesperada para alguien que parecía, en apariencia, ser bastante tranquilo. Parpadeó perplejo antes de volver su mirada a los cuadernos, la letra era impecable e incluso bonita, podría fácilmente confundirse con la de una mujer.

– Usando las anotaciones de tu novia. –

Se burló el más bajo esperando provocar un poco más a este, pero solo pudo ver que debajo de esos estúpidos anteojos se formaba un visible sonrojo, aquella expresión le pareció entre divertida y desagradable.

– Ew amigo, eso es asqueroso. –

Se alejó como si realmente de la peste se tratase.

– ¡Que cierres el pico! . –

Alzó más el tono de voz ganándose algunas miradas curiosas de los demás alumnos que estaban en la sala, esto hizo que el "nerd" bajara la mirada y tratara de ocultar los apuntes entre sus brazos.

– Son de un amigo... . –

Trató de excusarse, a lo que el rubio simplemente se encogió de hombros, porque le parecía una excusa bastante mala si es que trataba de ocultar su enamoramiento. El día transcurrió con normalidad lo que restaba del día, la normalidad que asechaba la vida de un "intento de pandillero", porque en algún momento, camino a casa, Chifuyu se encontró envuelto en una que otra pelea, nada que no pudiera manejar, pero se vio bastante superado en cantidad cuando al parecer esos malditos se pusieron de acuerdo para interceptarlo mientras se dirigía a su casa. Los golpes iban y venían, así como la sangre que escurría por las heridas abiertas, el labio partido y su corazón desbocado intentando sostener su aliento hasta que un golpe por detrás de la nuca consiguió hacerle caer de rodillas, empezando a recibir entre insultos y patadas mientras se trataba de ovillar para cubrir su rostro.

– Oi. –

Se escuchó una voz conocida por entre el bullicio de la pelea, era el "nerd" de su clase, con el tiempo habían empezado a pasar algo de tiempo cuando el rubio le ayudaba a leer los apuntes de "su novia", a lo cual este en algún punto le dejó de importar que le molestara con el tema, dichos apuntes le habían servido tanto al "dueño" como a él.

– No te metas maldita sabandija. –

Soltó el matón de turno, era mucho más alto y fornido, cualquiera podría sentirse intimidado con su presencia, pero no fue el caso, el azabache se mantuvo firme, sin miedo a recibir el golpe que este no dudo en atizarle. Como pudo Chifuyu se incorporó gritando "cuidado" con la voz algo apagada a causa del dolor causado en su garganta por el agarre de otro, cerrando los ojos por miedo a lo que iba a ocurrir, se escucharon muchos golpes, y antes de que pudiera notarlo, sus ojos se abrieron con sorpresa, gran parte de los brabucones se encontraban en el piso, el azabache hacía tronar sus nudillos.

– Que no me meta, me parece malditamente injusto que golpeen a mi amigo. ¿No lo crees? Tora. –

Había alguien más ahí, el rubio giró la mirada al sujeto que le sostenía, el cual caía ante sus pies con los ojos en blanco a causa del golpe que había recibido en la parte posterior de su nuca.

Reescribir la historia {Fuyutora}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora