12

397 61 9
                                    

Iruka se desconcertó ante la actitud de aquel alfa, en su vida había visto a uno así, los pocos que llegó a ver y conocer en su adolescencia eran de un carácter insoportable, autoritarios y querían que todo lo hicieran y arreglaran los demás, sobre todo cuando eran los causantes del desastre.

— Ya está listo — le avisó el alfa dejando los trapos en un pequeño balde — puedes seguir comiendo.

Iruka asintió y comenzó a comer poco a poco, lo vio ponerse de pie para ir a lavarse las manos y volver para continuar comiendo, el gato estaba a su lado esperando al alfa y así comer él también. Le era extraño que aquel silencio entre los tres le resultará cómodo y familiar, era como si ya hubiese vivido aquello pero lo único que había vivido era él en un rincón comiendo lo poco que le daban sus padres. En ese momento fue consciente de que seguramente Obito había ido a su antigua casa y comenzarían a buscarlo, lo golpearían entre los tres por ser un mal hijo, un Omega inútil...

— ¿Estás bien? — la mirada del alfa lo desconcertó, era extraño que alguien se preocupara por él, además, la cercanía no le incomodaba y desconocía la razón. Él asintió sin darse cuenta de que sus feromonas decían lo contrario, era algo insólito para él, el conocer a un alfa amable, todo lo contrario a las personas a las que había estado en contacto. De repente sintió un enorme escalofrío al recordar a Obito, este le había mostrado una faceta en la que la máscara de amabilidad y comprensión durante unos cuantos meses, para después mostrarle el verdadero monstruo que era y al parecer siempre había sido... — ¿Te has llenado o gustas un poco más? — escuchó al alfa decir y asintió; lo vio tomar su cuenco para ir a la cocina. Iruka lo miró fijamente con la sospecha de que probablemente era igual o peor que su esposo, porque así eran los alfas, se mostraban aparentemente amables, pero resultaban ser igual o peor que un demonio, su piel se erizo en el momento en el que recordó como Obito lo había ultrajado en contra de su voluntad pero tenía que ceder porque era su esposo y además por las golpizas que le propinaba cuando se resistía ¿Cómo es que había sobrevivido a tanto maltrato?

— ¿Quieres bañarte? — la voz del alfa lo hizo volver en sí; Iruka bajó la mirada prestando atención a sus ropas y a sus manos, tenía ropa limpia que ni siquiera era de él y la esencia impregnada en estas era la de el alfa que estaba acariciando al minino, el moreno asintió — ven, te mostraré dónde está el baño — dijo el peligris levantándose y poniéndose frente a él y estirando su mano. Iruka no quiso tocarlo, el solo hecho de imaginar el tacto de alguien más sobre su piel le daba escalofríos. Kakashi le sonrió de forma amable entendiendo el por qué tal vez no quería su ayuda y rasco su cicatriz — está bien, no te preocupes, ven te llevo.

Iruka asintió y se puso de pie por si mismo, la madera crujía a cada paso que daban; el moreno le siguió por un corto camino y entró tras el alfa.

— Este es el baño — anunció Kakashi. Iruka guardó silencio y observó el lugar detenidamente, la tina no eran tan grande como en la que se había acostumbrado a bañarse todos los días, esta era un poco más pequeña, y a lado tenía una especie de buró en el que se podían colocar las esencias, además de un banco el cual estaba a una distancia no tan grande en la cual seguramente era para sus ropas, el moreno ubicó el cubo de agua y se acercó a este sujetándolo de la agarradera. De repente Kakashi lo detuvo — no, no puedes hacer esfuerzos así que  ahora mismo te preparo el agua — aviso quitándole el cubo de las manos. Iruka parpadeo asombrado, lo miró ir y venir con los cubos de agua llenando aquella tina.

Siendo honestos Iruka no entendía las razones de aquel alfa siendo muy atento con él, al parecer prácticamente había estado de "arrimado y moribundo" durante estos días, debía pagarle de alguna forma...

"Para eso estás aquí, para satisfacerme y darme hijos. Por algo te he dado techo y comida, esta es la única forma en la que puedes servirme" las palabras de Obito le causaron escalofríos.

Temeroso y con los nervios a flor de piel comenzó a quitarse la ropa, de alguna forma debía pagarle a aquel alfa, por algo le había dicho que se bañara, para que estuviera limpio al momento de pagar.

— Oye, ¿qué haces? — murmuró Kakashi exaltado al ver la desnudes del omega frente a él — aun no está lista el agua — aviso levantando la camisa del suelo y volviendo a ponerla sobre el cuerpo del omega.

— Pagar.

El oji negro frunció el ceño, en qué pensaba ese omega, obviamente jamás iba a cobrarle por los cuidados y mucho menos de esa forma; en esos momentos fue consciente de que tal vez al pobre chico lo hacían pagar por un plato de comida de esa manera. El solo hecho de pensarlo lo hizo enfurecer, en ese momento sus pensamientos fueron un poco más claros, seguramente había vivido años así y por eso había huido.

— No, conmigo no deberás hacer nada de eso ¿De acuerdo? — dijo alejándose un poco — voy a velar por ti hasta que tú lo quieras — avisó sujetando nuevamente el cubo de agua para seguir llenando la tina — cuando te sientas bien puedes irte si gustas. No te obligare a estar aquí si no lo quieres.

Iruka parpadeo asombrado, todo era demasiado bonito para ser real, sentía que había algo mal dentro de todo este ambiente, seguramente en cualquier momento lo tomaría a la fuerza como lo había hecho siempre Obito...

— Yo no soy como las personas con las que has estado — dijo de repente el alfa mirándolo fijamente — en mi aldea no somos así, así que no pienses cosas malas sobre mi — continuo como si supiera lo que pensaba o sentía el omega — el agua está lista. Enseguida te traeré otra muda de ropa.

Iruka se quedó solo en ese cuarto, miró la tina y sin dudarlo se deshizo de la ropa que le cubría y se adentro al agua. Se sintió tan bien al tener ese contacto con el agua tibia, miró su cuerpo detenidamente percatadose de que las mordidas y moretones no estaban, no sentía el ardor de alguna herida abierta, por fin, después de años podía apreciar el color de su piel nuevamente, sonrió sintiendo una pequeña chispa de felicidad al sentir la calidez del agua y ningún dolor.

Giro un poco su rostro y pudo ver al alfa con algunas prendas entre sus manos y algo que parecía un canasto. En automático cubrió su cuerpo como mecanismo de defensa.

— Perdón por...

Iruka lo vio agachar el rostro evitando verlo, él al contrario vio todos los movimientos del hombre estando alerta hasta que esté salió del sitio. Su corazón bombeaba de forma acelerada y lo siguió haciendo durante unos minutos más.

❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Hola, una disculpa enorme por perderme así de feo.

Después de casi 8 meses me digne a actualizar.

De antemano una disculpa 😞.

Gracias por seguir aquí ❤️

No olviden votar y comentar.

All The Love A ❤️

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 21, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Destinados (Kakairu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora