Pequeño Shoto | Shoto Todoroki

𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎 𝟐

—Jessie, despierta —la peliazul solo hizo un ruido extraño y se removió un poco. —Linda, rompiste bolsa.

—¡¿Qué?! —la chica se despertó asustada su lugar en la cama estaba completamente mojado.

—Tranquila, respira, voy a buscar todas las cosas para los niños y a encender el auto, tú ve a tomar una ducha, come algo y luego vamos al hospital ¿Está bien? —su esposa solo lo miro y asintió algo más calmada. —Bien, te ayudaré a levantarte, esa barriga no debe ser nada liviana.

Mientras ella comía un tazón de yogurt con frutas veía como su marido iba de un lado hacia el otro buscando varias cosas y con al menos tres bolsos, y se pregunto ¿Hace cuanto tiempo se conocían? Se habían conocido en la Yuuei a los 15, la terminaron a los 18, 2 años después el bicolor le había propuesto matrimonio, esperaron un año para casarse y esperaron otros 3 para tener a su primer hijo, que por suerte, o desgracia, habían salido mellizos, en total eran 10 años de conocerse, 9 de estar juntos y 3 de casados.

—¡Ay!

—¡¿Qué sucedió?!

—Uno de tus hijos me pateó.

—Es que ya quiere conocer a su mami, mejor ya vámonos y no los hagamos esperar más —ambos salieron de su casa y en el camino las suaves contracciones de la peliazul se fueron agudizando.

—Ya casi llegamos, aguanta un poco más cariño.

—Cuando los tenga en mis brazos les palmeare el trasero por hacerme sufrir hijos de su padre —el bicolor de vez en cuando acariciaba el vientre de su pareja y reía un poco.

—Niños no hagan sufrir tanto a su madre, o nos volará a los tres por los aires.

Finalmente llegaron al hospital donde rápidamente la llevaron en una camilla hasta la sala de parto dónde les dieron vestimenta adecuada y dejaron al chico acompañar a su esposa durante el parto.

—Lo estás haciendo muy bien, cariño.

—¡Claro que lo estoy haciendo bien ¿Acaso crees que unos simples enclenques, que ni siquiera han nacido todavía, pueden contra mí?! —las contracciones y dolores de parto habían cambiado por completo el humor de la joven, estaba completamente furiosa y su parte grosera había salido a flote.

—Definitivamente, Bakugou es mala influencia.

—¡Yo aquí pariendo y tú pensando en ése chihuahua explosivo ¿Por qué no mejor lo llamas y lo hacés venir hasta aquí?!

—¿Quieres que lo llame?

—¡¿Eres estúpido? Claro que no, son tus hijos así que te quedarás aquí todo lo que dure esté parto sin irte a descansar, o cuando me pueda levantar yo- ¡¡AH!!

—¡Señorita Otomoe, ya sale el primero!

—¡No me digas, como no soy yo la que está de parto no sabí- ¡¡AH!!

Luego de al menos 1 hora de dolor y tortura para la chica se escucharon los llantos de un bebé.

—¡Es una niña, felicidades! —dijo el médico y la puso en el pecho de la chica.

—Amor, es Ayumi —la pequeña lloraba en los brazos de su madre mientras el chico veía la escena sin poder creer lo que veía, su pequeñita había nacido y se acurrucaba en los brazos de su amada esposa. —Cielo, estás llorando.

—¿Eh? —salió de su trance y tocó su rostro, sus mejillas estaban húmedas por las lágrimas.

—Por favor, señorita concéntrese, todavía falta otro —una enferma retiro a la bebé de los brazos de su madre y todo volvió a empezar, contracciones, dolores e insultos al aire.