Capítulo 1

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Rubí

Mentiría si digo que no estoy alterada, ya he pasado por este momento varias veces pero siempre está ese nervio permanente, como si fuese la primera entrevista de trabajo.

"Muchas gracias por venir, nosotros le llamaremos", frase cliché que he oído en cada parte que me he presentado. No es fácil titularse y encontrar trabajo, debería demandar a la universidad por publicidad engañosa, si tengo 24 años difícilmente tendré experiencia laboral de 10 o más años, pero bueno, aquí voy nuevamente con toda la fe de que esta vez me irá mejor, rezaré un padre mío antes de salir, a estas alturas uno ya invoca todo lo que está a la mano.

Estudié enfermería porque mi vocación de ayudar a las personas me inspiró, siempre sentí la necesidad de aportar en algo tan importante como es la salud y la vida de los pacientes, al principio estaba un poco temerosa de que se me hiciera muy difícil, a pesar que siempre desee seguir esta carrera mi rendimiento académico en el colegio no era el mejor, nadie hubiese apostado un peso porque yo estudiara enfermería pero con esfuerzo logré entrar a la universidad y torcerle la mano al destino, días y noches de sudor y lágrimas para sacar adelante mis materias, muchas veces lloré por la frustración o el cansancio pero jamás dudé de estar haciendo lo correcto y ahora que ya soy enfermera entendí lo absurdo de haber dudado de mis capacidades, de haber pensado que por tener un promedio de notas regular en el colegio no lograría mi objetivo de ser una profesional.

Gran parte de mis años universitarios trabajé y estudié, mi mommy no estaba muy de acuerdo, decía que me veía demasiado exhausta y tenía miedo de que me enfermara pero era la única manera de costear todos los gastos, ella siempre se hizo cargo sola de mi hermana y de mí, yo vi todos los sacrificios que hizo y que sigue haciendo por nosotras y la única forma de ayudarla y de ayudarme a mí misma era trabajando.

Dicen que enfermería es una de las pocas carreras donde tienes trabajo asegurado y quienes sostienen eso quizás tengan razón o quizás no, lo único que sé es que al menos para mí no ha sido tan sencillo encontrar un trabajo hasta ahora que mi amiga Cata me recomendó con una familia. Inicialmente ella tomaría ese trabajo pero de último momento la llamaron de un hospital para ofrecerle hacer un reemplazo y terminó aceptando, en lo personal creo que le convenía mas tomar este trabajo particular pero quizás el destino quiere otra cosa y el lugar de Catalina sea en el hospital y el mío cuidando a la hija del señor con el que voy a entrevistarme.

No tengo mayores detalles por eso necesito tener la entrevista para ver bien de que se trata todo y decidir si tomo o no el trabajo aunque realmente tampoco estoy en posición de negarme pero bueno, hay que ver que sale de todo esto.

Voy de camino a casa del señor Correa y Cata aprovecha de enviarme algunos mensajes para desearme suerte, me dice que mantenga la calma, que el señor es algo serio e intimidante pero buena persona y que su única preocupación es encontrar alguien profesional que pueda ayudarle con su hija. No tengo más datos y si tengo miles de dudas pero seguramente todas las podré resolver ahora que ya estoy aquí.

-Buenos días señorita Rubí ¿verdad?

-Sí, Rubí, Rubí Cárdenas –respondo algo nerviosa correspondiendo al saludo del estilizado hombre

-Adelante por favor, pasemos al estudio para hablar tranquilos

Lo sigo y en el trayecto doy un rápido vistazo, es una casa acogedora, aparentemente espaciosa y decorada de forma muy natural, nada estrafalario sino todo lo contrario, aunque bueno, comparándolo con nuestro departamento cualquier casa luce sobria. El estudio sigue la línea decorativa del resto de la casa, al menos de lo que pude ver, don Sergio me insta a tomar asiento e inmediatamente llama mi atención una foto en su escritorio, parece ser algo antigua, no demasiado pero si un par de años porque el luce más joven en la postal, aparece de pie junto a una mujer muy linda que asumo es su esposa que a su vez carga a una bebé muy tierna vestida con un lindo vestidito rosa, pero lo que más llama mi atención es la niña de pie junto a ellos, debe tener unos 11 o 12 años quizás, su look es ad hoc al resto de la familia, un sencillo pero impecable vestido celeste con pequeñas flores blancas, su pelito colmado de perfectos rizos cayendo por sus hombros, un lunar en la comisura de los labios, algunas pequitas que adornan su tez blanca y unos ojitos que parecen muy expresivos a la vez que traviesos, todo hace que su rostro sea especialmente interesante, hay algo que no logro distinguir bien que es, que llama mucho la atención.

Amor dormido ♡RUBIRENA♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora