♱ Versículo 5 ♱

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Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
(2 Timoteo 2:22)

Espresso desbordaba una gran confianza, incluso mostró indiferencia a la presencia de Madeleine que contrario a él se quedó pálido con los ojos bien abiertos.

Nada tenía sentido, Madeleine estaba seguro que para los padres de Espresso era completamente imposible cubrir los gastos del Colegio, existían muchas interrogantes que se resolverían con una charla que no deseaba entablar además... De todos los estudiantes inscritos sin duda Espresso sería el más problemático por su crianza e intereses, pues Madeleine más de una vez lo acompañó a la biblioteca en busca de libros sobre magia y otras cosas paganas. ¿Cómo controlarlo? Lo conocía muy bien, ya podía sentir como todo el dominio que creo se venía abajo; se la pasó nervioso varias clases maldiciendo el haber elegido un lugar al frente ya que Espresso decidió ir a la parte trasera del aula, era imposible observarlo sin que fuera obvio.

-Hola... -Madeleine se acercó a la hora del almuerzo.

-¿Llevas un año aquí? -Espresso ajustó sus anteojos, ahora hablaba con un extraño tono elegante -¿Podrías decirme si tengo permiso de pasar estos "recesos" en mi habitación?

-No, debes estar en el comedor. -Madeleine rascó su nariz sonrojado -¿Quieres sentarte con...?

-Hey, chico nuevo -Sparkling le hacía señas desde la mesa que siempre ocupaba junto con su grupo de amigos -Ven a sentarte con nosotros.

-Al parecer ya tengo con quien disfrutar mis alimentos -Espresso lo dejó atrás sin ningún remordimiento.

Caminó hasta el amable chico rubio, lo acompañaban un chico de color con cabello menta, uno de cabello verde y uno pelirrojo que se recargaba en la silla adormilado. Espresso tomó asiento arremangándose la camisa negra para evitar manchas desagradables, Madeleine no bajó la guardia, tomó asiento muy cerca de ellos en donde le fuera posible escuchar perfectamente la conversación.

-Ay mierda... -Murmuró Sparkling -¿Por qué se sentó tan cerca? Como sea... Mi nombre es Sparkling -Se presentó, estrecharon las manos - Él es Mintchoco -Con su mano señalaba al de cabello menta -Herb -Ahora al de cabello verde -Y Vampire -Finalmente indicó al pelirrojo que se hallaba más dormido que despierto.

-¿Por qué los enviaron a este colegio? -Espresso fruncía el ceño -No se ven del tipo problemático.

-Bueno... -Habló Mintchoco tímido -Yo tocaba el violín en la iglesia -Sonrió inocente -Aunque... Tengo un gusto por el Death Metal, mis padres hicieron un escándalo porque temen que termine sacrificando alguna cabra -Soltó una risa seca.

-Yo... Organizaba grandes fiestas en mi ciudad ¿Verdad, Vampire? -Su amigo le respondió con un roquido -Ah... El punto es que... Alguien metió alcohol adulterado en una de estas y no terminó bien... Vampire está aquí porque tiene problemas con la bebida. -Explicó en su lugar

-¿No es mejor llevarlo a una organización especializada en eso? -Espresso arrugó la cara porque lo que escuchaba le parecía de mal gusto.

-Sus padres piensan que puede curarse con un par de rezos -Sparkling quiso echarse a reír hasta que recordó la presencia de Madeleine.

Acto de Contrición. | Madeleine x EspressoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora