6. Comparación

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Gulf
-No sé solo siento como si esto fuera un deja vú- quiso seguir hablando pero la tierna e inocente vocesita de mi pequeño hijo Type me llamo interrumpiendo toda palabra que saliera de la boca del doctor

-¡Papa! Ya me quiero ir a la cama-

Tal y como lo planee, padre e hijo se encontraron. Mi hijo que ya hablaba preguntó por aquel extraño
-es el doctor Mew Suppasit Joncheevevat-
-ooohh-
Mew sonrió ante la presencia de Type y recibiendo al niño lo abrazó y preguntó

-¿Cómo te llamas pequeño-

El niño se tallaba los ojos soñolientos y respondió -soy Type- Mew se alegró y dijo -¿Quieres jugar conmigo? Type negó -no, no quiero jugar, quiero dormir-.

Lleve a Type a su cama y lo acosté -descansa mi niño- bese su frente le hice cosquillas y salí de su cuarto. -buenas noches papá Gulf- dijo y fue cerrando sus ojitos.

Ordené la cena y mientras nos sentamos a hablar.

-Llevamos buen rato hablando y aún no sé ¿Para que soy bueno?

Mew se disculpo -es solo que tú me intrigas yo...no sé si a usted le pase lo mismo ¿no le parece que usted y yo nos hemos visto antes?- su pregunta me puso en jaque pero en esos momentos sentí que no era ese día exacto para decir quién soy.

Y no lo niego quise decir que era en realidad Gulf, aquel secretario que esa noche le entrego algo muy importante, quise decirle que mi hijo Type era sangre de su sangre, quise decirle que mi corazón seguía siendo suyo, quise gritarle miles de verdades que en ese momento pasaban por mi mentemás sin embargo solo respondí

-pudiera ser, tal vez en otra vida o ¿A caso no crees en la reencarnación?-

El doctor frunció el seño

-¿Por qué me contestas de este modo?- quise reir y sin embargo solo respondí -lo siento, he notado tu tono galante y debo recordarte que tú eres un hombre casado con todas las de la ley-
Esas palabras, lejos de enfadarlo terminó por responder
-es cierto, tienes razón, lo siento, pero aún sigo con la intriga-
Serví más cerveza y pregunté

-A propósito, ¿Cómo va tu matrimonio?-
El semblante de Mew cambió

-a decir verdad mi matrimonio no ha salido como yo hubiera esperado, mi luna de miel se vió arruinada por la presencia de la madre de mi esposa, y en lugar de estar en la casa que yo compré para los dos estamos en el infierno llamado casa-

-es normal que una madre quiera proteger a sus hijos, pero ¿Por qué llegar a tanto?- Mew no entendió a lo que yo me refería. Recordé el momento en el que aquella mujer vino a pedir que renunciara a él y a mí propio hijo.

-supongo que tienes razón- admitió finalmente -al final de cuentas es una madre tratando de proteger a su hija sin importar a quien pisotee en el camino-.

El rato en la cena fue algo ameno, reímos y compartimos nuestros gustos sin hacer daño a terceros.
-el ambiente aquí es muy cálido, por favor Kana, permíteme frecuentarlos a ti y a tu hijo-

-no veo nada de malo en eso-
Ambos olvidando que el doctor era casado nos dimos un beso, tuve que cambiar de modo de besar para que no me reconociera-

Verlo alejado me hizo pensar en lo ciego que es al no darse cuenta de las cosas que están pasando por su vida en estos momentos.
Mew

Regresar a mi casa después del pleito habido la tarde anterior fue algo extraño, y es que así me siento. Llevo tres años casado y no he podido disfrutar mi matrimonio.

Tanya me esperaba y con toda la razón ella me reclamo por haber llegado tarde,

-¿Dónde estabas?-

-solo duérmete-

-¿no me lo vas a decir?

-no es el momento-

Para variar Khun se acercó a nosotros y me recriminó;

-estas no son horas de llegar, le recuerdo que mi casa no es un hotel, respete mi hogar por favor-

Entonces exploté

-yo me veía tan diferente, me imaginaba casado y feliz, compartir con Tanya mis gustos y que ella me cuente lo que le gusta, pero usted lo ha arruinado todo- La mujer me dió una bofetada y replicó

-es usted un egoísta, mi hija es joven y debe gozar de su juventud ahora que la tiene- entonces algo dentro de mi me hizo enfadar aún más -pero también tiene responsabilidades como mi esposa-

Quise discutir y poner un alto antes de que todo se complique aún más, sin embargo Tanya fue tajante -¡Oye! ¡Discúlpate con mi madre, después de todo ella nos deja quedarnos aquí-

Finalmente tuve que disculparme por mi manera de pensar.

La madre de Tanya salió victoriosa de la habitación y Tanya quiso hablarme pero en cambio le reproché

-¿Hogar? ¿Llamas a esto un hogar?, ¿A caso yo le pedí que nos dejara estar aquí con ella?, Sabes mejor que nadie que he querido llenar está casa que se siente tan horriblemente solitaria con una familia pero tu madre lo ha impedido ¿Y aún así la defiendes?-

No quise escuchar más, salí de la habitación y también de la casa con rumbo a mi apartamento de soltero.

Aún a pesar del enfrentamiento no despegaba mis pensamientos de Kana sus labios y de su pequeño hijo.

Mis pensamientos viajaron al pasado a esa noche fugaz que Gulf me regaló ¿Que será de el?

Toque mis labios y sentí como si estuviera tocando los suaves y delicados labios del artista.

Mi entrepierna resintió lo que sentí y se puso dura como una roca y entonces lo supe.

Quiero al gran Kanawut para mí, quiero que su hijo me llame padre. Pero al mismo tiempo quiero que mi matrimonio funcione. Tanya es hermosa y supongo que sí no fuera por su madre nuestra vida sería diferente.

Saqué mi miembro y comencé a sobarlo imaginando cómo sería estar bombeando en la entrada de Kana. Lo cual me ayudó a correrme y finalmente me dormí.

Iría gustoso al infierno si probara antes tan suculento manjar.

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¿Que les parece esta historia? ¿Les está gustando? Espero que así sea.
Gracias por leerme y recuerden que está no es mi única historia.
Nos leemos en el próximo capítulo.

El Gran KanawutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora