Capítulo 1.

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—Chicos, en esta guía deben escribir una carta a su yo del futuro, y además en la otra le escribirán algunas cosas a sus futuros esposos o esposas —indicó la profesora.

Los adolescentes de entre trece y catorce años hicieron muecas.

Con suerte sabían lo que le dirían a su futuro yo, menos iban a saber que escribir en esa carta a sus "futuros esposos". Las clases de orientación le sorprendían cada vez más.

La profesora Louanne Brown les fue pasando las dos guías a cada uno de los alumnos. Todos empezaron a pensar que podrían escribir, y cuando formulaban alguna buena respuesta, tomaban sus lápices pasta para escribir en las líneas.

Juliana sacó de su estuche negro un lápiz pasta de ese mismo color. Empezó a escribir lo que se le ocurriera en el momento, sin tomarle demasiada seriedad realmente.

Cuando iba terminando el primer párrafo, escuchó como su mejor amigo se quejaba y revolvía su cabello con sus manos.

—¿No sabes que escribir aun? —Javier hizo una mueca como respuesta—. Solo escribe cualquier estupidez y ya, lo primero que se te venga a la mente —el contrario asintió y empezó a escribir dudoso. Juliana se encogió de hombros y continuó escribiendo.

Terminó la guía donde escribió su carta para su futuro yo, y era turno de la carta para su futura esposa. Tenía claro desde los nueve años de que le gustaban las chicas y no los chicos, y un día, con miedo e inocencia, le preguntó a su mamá si aquello era normal. Ella reaccionó tranquila y le dijo que estaba bien si le gustaban las mujeres.

Ahora con la guía frente suyo y el lápiz a mano se quedó mirando las líneas, sin saber que escribir. Sus propias palabras antes dichas a su mejor amigo llegaron a su mente, decidió seguir nuevamente su propio consejo.

Lo primero que se le fue ocurriendo lo escribió, sin pensarlo demasiado. Al terminar la guía, se paró de su asiento y entregó ambas hojas a su profesora.

Louanne tomó las hojas y las adjunto con un corchete. Las dejó en la pila de las otras guías entregadas y le indicó a la pequeña niña que podía volver a su asiento.

La campana sonó y los demás alumnos terminaron de entregar sus guías, luego tomando sus mochilas para encaminarse a otra sala donde sería su próxima clase.

—¿Qué le escribiste a tu "futura esposa"? —preguntó Javier, molestándola juguetonamente.

—Meh, nada importante —le quitó la importancia—. ¿Tú?

—Pues lo esencial, que me respete y me quiera —el menor sonrió. Juliana asintió, de acuerdo con la decisión—. Mejor vámonos antes de que lleguemos tarde a cases de química, sino la profesora no nos dejará entrar.

Acomodaron sus cosas y se encaminaron a la clase de química, caminando rápido a la sala antes de que la profesora no los dejara entrar a su clase.

Mientras tanto, Louanne empezó a revisar las guías. La mayoría tenían respuestas cortas y simples, las cuales no completaban ni dos líneas. En cambio, le llamó la atención la guía de Juliana, la cual era la respuesta más completa que las demás.

Sin dudas las respuestas que dio su alumna fueron sus favoritas de todas. Enternecida dejó la hoja en su lugar, siendo la última guía que debía revisar. Tomó sus cosas y las guardó en su bolso, lista para ir a la sala donde le correspondía su siguiente clase. Guardó las guías en una carpeta, la cual la llevó en su mano.

Sin duda, cada vez que Juliana entregaba sus respuestas, le sorprendían, siempre era la que más destacaba en cuanto se trataba de respuestas, y esta no era la excepción.

Trabajo de orientación:"Para mi futuro esposo(a)"

Hey futura esposa, aquí tienes algunas cosas que debes saber si quieres ser mi único amor...

• Llévame a una cita, mejor si es en nuestro aniversario.

• No sé cocinar, pero sé hacer canciones.

• Canta conmigo.

• Incluso cuando esté actuado como loca, dime que todo estará bien.

• Nunca veré a tu familia más que la mía.

• Dormiré del lado derecho de la cama.

• Mejor... ámame correctamente.

Att: Juliana Valdés.

Dear Future Wife |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora