Fragmentos Exóticos

No Me Importa Que Usted Sea Menor Que Yo

—Ya te dije que no, Oleg —repetí por cuarta vez. Él solo se mantuvo en la puerta sin dejarme pasar.

—Dime una razón porque no, y te dejo salir —ordenó en vez de pedir. Abrí la boca para hablar, pero él me interrumpió—. ¿Es por qué soy menor que tú? ¿Es eso?

Le quería decir que sí, pero las palabras no salieron de mi boca. Oleg rio sin gracia meneando la cabeza de lado a lado desviando la mirada de mí, mantenido los brazos cruzados a la altura de su pecho.

—Entonces te mostraré lo que este menor puede hacerte sentir —agregó con seguridad volteando a verme.

No pude asimilar sus palabras cuando Oleg ya me tenía acorralada en la puerta. Mi corazón comenzó a acelerarse al sentir su mano en mi cintura mientras que la otra estaba apoyada al lado de mi cabeza. Apreté las piernas cuando vi que una sonrisa ladina formada en sus labios al tenerme acorralada como un conejo.

—¿Ahora quién es el indefenso, Madai? —ronroneó ronco, cerca de mi oído causándome escalofríos.