—¿No crees que has bebido más que suficiente, señorita?
Por primera vez sentí ardor en mi ser cuando al escuchar la voz de él, el trago que había tomado decidí desviarse por otro lugar saliéndome por la nariz donde me ardió hasta el alma. Un ataque de tos se hizo presente en mí.
Esto debe de ser una jodida broma.
Miré hacia el frente y la figura que había jurado que mi mente había creado para joderme estaba frente a mí, se veía demasiado real para ser bueno. Dejo de verlo y veo de nuevo la botella, específicamente la etiqueta. Mierda, no podía leer las letras pequeñas, veo borroso. Aparto de inmediato la mirada de la botella al escuchar un ruido, veo de nueva cuenta donde estaba su ilusión la cual estaba más cerca y mi ceño se frunce.
—Maldito alcohol de mierda. Ni ebria tu recuerdo deja de perseguirme —gruño arrastrando las palabras.
De manera casi inútil apoyo las palmas de mis manos en el tejado para levantarme de ahí y alejarme de él. Me importaba un carajo si era una ilusión. No quería verlo. Mi cuerpo no parecía responderme ya que al tratar de levantarme caí de culo, no pude sostenerme y mi espalda cayó en el tejado. Todo me daba vueltas. Solo escuché como si alguien hubiera maldecido antes de cerrar los ojos y no saber nada, por fin. Después de mucho tiempo sin dormir bien y descansar, al fin pude hacerlo.
🌌🌌🌌
Respiro profundo y me giro en algo acolchonado. Vuelvo a respirar y un olor particularmente conocido llenó mis fosas nasales. Mi mente tardó en dar con quien asociar el olor, pero en cuanto lo identifiqué mi cuerpo pegó un brinco tan grande que terminé en el suelo. El lugar donde estaba antes era una cama, pero no cualquier cama. Era la cama de él. Quería levantarme y correr, peor mi cuerpo no podía, me dolía la cabeza al igual que me sentí jodidamente mareada.
Escuché el chirrido de la puerta como si estuviera amplificado. Me tapé los oídos y cerré los ojos cuando una luz fue encendida. Mierda. Estoy demasiado sensible hoy.
—Al fin que despiertas.
Solté un gruñido cuando lo escuché gritarme, pero el dolor incrementó cuando gruñí. Joder.
—Vete al infierno.
Volví a gruñir al abrir un poco los ojos tratando de adaptarme a la luz artificial que a los pocos segundos se convirtió en natural debido a que abrió las cortinas del cuarto.
—Eres un hijo de...
—Y tu una pinche borracha.
Me interrumpió. Le quería dar una bofetada. Pude escuchar sus pisadas por toda la habitación, no me había dado cuenta de que estuvo detrás de mí hasta que me cargó como una muñeca y me sentó en la cama.
—No me mires así. Yo no fui quien te empinó la puta botella.
Me dijo con severidad mientras abría una botella de agua que estaba en su mesita de noche. Yo solo me dediqué a verle mal, quería gritarle que por su culpa era que me había emborrachado a grado de no recordar como carajo llegué aquí.
—Tomate la pastilla y luego vas al comedor, te hice chilaquiles rojos para bajarte la cruda.
Sin más se fue dando un portazo que me rebotó el sonido por toda la cabeza.
—¡Cierra la puerta con cuidado, pedazo de idiota!
La grité sin pensar en que mi cabeza me explotaba. Joder. Mi cabeza duele horrible. Después de tomarme la pastilla y tomarme casi por completo la botella de agua fui hacia el comedor de su departamento. Al llegar a la mesa vi el plato humeante de comida con un vaso de limonada rosa y al lado de él una nota que no tardé en leer.
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Fragmentos Exóticos
Historia CortaAquí se encuentran todos aquellos fragmentos que han salido de mi mente, pero no he publicado por alguna razón. *NO SE ACEPTA COPIA O ADAPTACIÓN DE ESTAS OBRAS* *Historias completamente mías* *Usa tu imaginación* Fecha de inicio: 14/04/2021 Publicac...