Autismo ✧ YoonTae

🍭 Capítulo 34 🍭

YoonGi miraba desinteresado su celular, su Omega cocinaba.

En esos días no tenía mucha comunicación con TaeHyung, la verdad solo decían "Hola" y "Adiós". Cuando dormían se podía sentir incomodidad departe de su omega hacia él. Ahora mismo estaban en silencio, solo el sonido de las verduras siendo cortadas por el filoso cuchillo.

La bonita sonrisa y los ojitos deslumbrantes de TaeHyung no estaban, en la mañana solo vio tristeza y dolor.

YoonGi quería preguntar, de verdad que quería, pero de algún modo se sentía culpable sin haberle dicho el que le hacía alejarse de esa manera. El ambiente era desesperante, su marca dolía cada día, no mantenían ningún contacto.

Dos semanas pasaron así, La marca tenía una decoloración algo café y empezaba a cicatrizar.

— TaeHyung, debo ir a una junta —el Omega Asintió, viendo más Interesado en sus vegetales que en saber el por qué de la partida de su esposo.

Un cierre de puerta y un alfa molesta sonó. TaeHyung no le interesa, estaba más ocupado en no llorar.

Puede que está sintiéndose engañado y traicionado. TaeHyung se sentía vacío al estar con YoonGi luego de su salida con Irene.

Ese día vino sonriente y con aroma a esa Omega. Toda la noche se la paso en el teléfono con ella, las siguientes semanas fueron lo mismo, sus mimos, sus besos se desvanecieron.

Una soledad abrasadora le envolvió, sus hijos notaban el cambio de humor de ellos, no se esmeraban en esconder todo lo ocurrido, TaeHyung lo prefería así.

De repente un dolor en su corazón, y ganas de morder sus uñas. Se sentía incómodo, mal, triste. YoonGi lo había dejado de lado.

Con sus fuerzas camino por el enorme pasillo de su casa desolada, el ambiente a hogar estaba desvaneciéndose. Al igual que su corto matrimonio. Su cuarto estaba grisáceo. Con pasos pequeños camino por su cuarto encontrándose con el cristal del espejo rosado.

Sus muslos habían ganado masa, su pancita tenía un bulto algo notorio, sus mejillas estaban más rechonchitas.

Estaba gordo, Kim TaeHyung estaba gordo.

Jamás tuvo una inseguridad tan grande con su físico, le agradaba todo de él, su cintura fina, sus delgadas piernas y sus pechos no proporcionados.

Ahora hasta sus glúteos lucían grandes, con pesadez se dejó caer en el suelo haciéndose bolita.

Entendía el abandono de YoonGi, Irene era delgada, más bonita, más joven, más risueña. Ella no tenía una condición autista. Ella no arrastró a YoonGi a un matrimonio.

Y TaeHyung ahora dudaba que él también lo ame.

TaeHyung sentía que dejaba de amar a Min YoonGi. El dolor en su pecho empezó a tener más molestia.

La respiración agitada de TaeHyung juntos a sus mareos. Sus ojitos se cerraron y lo último que vio fue a sus hijos gritar.

• ♡ •

YoonGi esperaba con impaciencia el resultado de los exámenes de su Omega, en su junta una presión en su pecho le hizo ponerse alerta de su Omega. Su cuello dolía mucho.

La doctora Somi, salió muy seria a ver a YoonGi. Se puso a su frente y le gruño, a pesar de ser omega logro que su lobo se sintiera regañado y por ende él también.

— ¡Te pedí que cuidaras a tu Omega! ¡Agradece que sigue vivo, Alfa tonta!

La Omega suspiro, calmándose.

— Bien, lo lamento, perdí los estribos. TaeHyung sufrió un pre paro cardíaco. Todo debido al estrés, falta de atención, depresión, y una mala alimentación. YoonGi ¿Siquiera te diste cuenta del peso perdido de tu Omega?

El alfa abrió su boca queriendo defenderse, pero nos salió nada, no recuerda a ver visto a su omega comer, o siquiera ingerir los dulces que antes comía. Tampoco veía como regaba las plantas, o creaba vestidos.

TaeHyung dejo de hacer todo lo que le gustaba hacer.

— Yo....

— Solo cállate y arregla esto. TaeHyung debe vivir una vida saludable, con atención y amor. Min YoonGi, su lobo estaba por desaparecer. Devuelve a mi paciente favorito.

El alfa asintió, tenía sus razones. También quería tiempo para él, no podía estar todo el bendito día cuidado de TaeHyung.

Tenía cosas que hacer en su empresa, tenía cuentas que pagar, inversionistas que no debía quedar mal.

La vida de casada era dura, la mayoría del tiempo se sentía sofocado. Un día que pudo liberarse con Irene y resulta que arruinó su matrimonio.

La alfa por el enojo llegó al cuarto de su omega abriendo la puerta, con mucho ruido aún así TaeHyung no se movió.

Sus ojitos adormilados, su piel más pálida de lo normal, la notoriedad de sus pómulos, sus clavículas y las agujas en sus manos, conectadas al medicamento.

Tan lamentable.

Había dejado de lado a su Omega, olvidó la atención a su esposo, sus mimos, olvidó amar todos los días al amor de su vida.

El precio de su olvidó era su esposo Omega, con un aspecto casi deplorable.

Gotitas de agua salieron de sus ojos.

— Deja de llorar, Min YoonGi —La voz débil, pero firme de su esposo le hizo alzar la mirada, viendo como éste leo miraba con enojo.

— Tae, amor yo.

— Lo sé, YoonGi, lo sientes. Olvídalo solo... No te culpes.

— Te abandone, TaeHyung.

— En parte, pero soy responsable de mi propio cuerpo, solo me deje de ese sentimiento deprimente. Y para completar tu abandono. Aún así la mayor culpa es mía, por no exigirlo.

— Tenemos culpa por ser tontos.

—  Me molesta la cercanía de Irene contigo YoonGi —El Omega miraba la ventana serio, si empezarían a decir sus sentimientos estaba listo. Le molestaba la cercanía de Irene con su esposo.

— Esta bien me alejaré yo.

— No, YoonGi, soy tu esposo mas no tu dueña. Solo te digo que me molesto, te soy sincero, pero esta en ti ver si tomas mis sentimientos o no. Aún así me seguirá cayendo mal.

YoonGi rio y beso a su Omega que le miraba confundido.

—Mi amor, estás madurando antes que yo, me siento orgulloso de ser tu esposo,, Kim TaeHyung.

Si definitivamente, su matrimonio no era el más perfecto, pero ¿Qué matrimonio lo era?