La diosa luna unía almas como predestinados por eternidades.
Ese día una joven campesina había rogado por un hijo para poder tener una familia y descendencia. Y un 30 de diciembre de aquellas épocas, nació un niño de ojos verdes y cabello castaño con un lazo unido a otro niño nacido antes, pero príncipe del pueblo de su madre.
— TaeHyung, hijo ¿Puedes traer más hiervas medicinales? — El pequeño niño asintió emocionado por ir a buscar lo dicho.
Entre bonitos pastizales y flores TaeHyung perdió su camino entrando al bosque siendo llamado por una curiosidad extrema, un niño igual de bonito jugueteaba con los conejitos regalados por los campesinos.
TaeHyung se sentó a mirar los bonitos ojos y nariz de la niño, sus ropas poseían un color rojo intenso combinando con sus labios.
— ¿Quién eres tú? — TaeHyung miro al niño que se volvió colorado, por ser descubierta fuera del palacio.
— Soy YoonGi, el prícipe.
— ¿El príncipe YoonGi de mi pueblo? — YoonGi asintió apenado, TaeHyung se lanzó abrazarlo.
— ¡Gracias! Mi papi dijo que usted será el futuro monarca del reino y jamás pensé que sería tan bonito. — YoonGi enrojeció más por las dulces palabras de TaeHyung, el abrazo había sido muy cálido.
Los dos niños conversaron mucho y se hicieron amigos al instante, prometiendo volver a reencontrarse.
Su madre le beso cariñosamente al saber de su amistad con la príncipe YoonGi, dejando así que su dulce niña socializara y pudiera tener contacto de la príncipe.
Un futuro para su hijo con algún duque o princesa gracias al príncipe YoonGi.
La madre acepto gustosa sin poner reclamos a su amistad repentina, haciendo que le emocione cada día la idea de ver a su amigo YoonGi.
Una tarde de juego con los conejitos del palacio, YoonGi le contó a TaeHyung:
— Sabes Tae, el palacio no es tan bonito como todos dicen. — TaeHyung se sentó a su lado observando los cabellos enrulados que se escapaban del peinado de YoonGi. Se preguntaba si le molestaría usar muchas cosas en su ropa.
— ¿Por qué, Yoon?— YoonGi acaricio la cabecita de un conejito cercano a su regazo.
— Porque es todo gris, papi no me presta atención, papi siempre tiene cosas que hacer y los sirvientes no pueden hablarme. Es taaan aburrido que me siento solo.
— ¡Ven a mi casa! Papi siempre está en casa y papi es muy amable con todos. Te presentaré a una amiga que es especial para mí y así no te sentirás solo nunca más, Yoon.— El niño entusiasmado le siguió hacía su casa haciendo todo tipo de cosas.
Muchos juegos, recetas, risas y abracitos de amistad rosa, como TaeHyung solía decirle a sus abrazos.
Conforme pasaba el tiempo, los dos niños seguían profundizando su amistad. Haciendo que esa curiosidad se volviera gusto y más tarde amor.
TaeHyung había tenido una belleza muy impresionante en el pueblo, todos hablaban del amigo de la príncipe. El príncipe había sido capturado por su belleza haciendo que su atención sea invadida por el chico de ojitos verdes.
TaeHyung era muy hermoso.
Mientras ellos leían YoonGi tomo delicadamente su cara empezando acercarse y aumentando el deseo entre los dos, siendo ajenos a su amor prohibido al sentir los dulces labios de TaeHyung encajando en los suyos.
La ternura en sus miradas y el cosquilleo titilante en sus estómagos, sin duda se deseaban.
Y allí entre ese cuarto testigo de todos aquellos sentimientos. Ambos se juraron ser eternas con sus cuerpos.
Dejando que sus cuerpos fueran dándose calor junto al otro, TaeHyung tocaba cada parte de YoonGi como si fuera la más fina tela jamás tocada. YoonGi coreaba jadeos exquisitos a los oídos de TaeHyung y todas esas sensaciones provocadas por su nombre saliendo de los labios rojos hinchados de su amigo.
La felicidad no era eterna, sin embargo, estaría dispuesto hacer lo que sea con tal de sentirlo otra vez.
La sociedad fue participe de su final trágico, de aquella historia de los dos chicos enamorados había llegado a oídos del rey, haciendo que éste mandara a la horca a TaeHyung y YoonGi, aunque sea su propio hijo, el sentimiento de ser juzgado le importaba más.
Los dos chicos trataron de escapar, pero TaeHyung fue alcanzada por una flecha del palacio.
Entre el pasto TaeHyung contempló el rostro lloroso de su amado, una promesa entre dolor y sollozos.
— Prometo encontrarte TaeHyung, en todas las vidas que la diosa luna me dé te buscaré. Prometo que nuestro final será mejor que este.
— Prometo entregarte mi corazón desde que te vuelva a ver, serás el dueño de todos mis anhelos, Min YoonGi.
— Te amo.
— Te amo.
Ese cierre de historia dio paso a las historias con sus espíritus siendo transformados en Omega y alfa. Desde tiempo inmemorables.
El amor de dos chicos sinceros.
¡Y yaaa! Este es el final de Autismo, aún falta un Extra que es Especial, pero aquí terminar en si la historia :') ¡Gracias por acompañarme en esta adaptación! Como siempre gracias por sus votos, comentarios y a Pollito_SoftCoffe- por permitirme adaptar su tan bella historia ¡Gracias! :3 ¡Hasta luego!
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Autismo ✧ YoonTae
CasualeA YoonGi le gustaba el omega autista que nombraba a las gomitas antes de comerlas. ♡ Pareja principal: YoonTae ♡ Mención a otras parejas: HopeMin ♡ Contiene: Romance, fluff. ♡ Esta historia es una adaptación. La historia original le pertenece a @Pol...