Caminando entre sueños

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Puedes matarlo de cualquier forma que quieras, degollarlo, sacarle los ojos, apuñalarlo y verlo morir lentamente... hay tantas opciones

Miré a mi alrededor, las montañas y el sonido de la corriente del río se hacia presente, el olor a tierra mojada llenaba mi olfato de una forma agradable, nunca había imaginado que me gustara tanto este tipo de olor... olor que sólo podía sentir cuándo estaba aquí

Debes pensarlo muy bien, cualquier descuido te pondrá la soga al cuello

Lo de creer en el Ángel bueno y el Ángel malo comenzaba a ser bastante real ahora, aún me mareaba cuándo pasaba de mi lado oscuro a mi forma de ser normalmente, algunas veces tenía una que otra hemorragia nasal y tampoco tenía respuesta a eso. Muchas veces solía perder la conciencia cuándo se me presentaba el cambio y la mayoría de las veces soñaba lo que no podía recordar haber hecho, pero ese era el problema, sabía que lo había hecho.
Últimamente me estaba pasando esto, mis dos personalidades estaban aprendiendo a coexistir entre ellas y era aterradora la forma en la cuál ambas solían susurrarme que hacer. Tardé un tiempo en darme cuenta que realmente lo hacían y que no era yo misma pensando miles de cosas que algunas veces lograban asustarme; la medicación del psiquiatra nunca funcionó pero aprendí a mentir de una forma fácil y lo hacía a la perfección, tuve que aceptar que sea lo que sea que tuviera, no era algo psicológico sino algo que va mucho más allá y no tenía más respuestas que cuándo soñaba ese lugar ¿Qué demonios era? Pero lo que más me preguntaba era ¿Realmente existía? O simplemente estaba tan loca como mi abuela?

Tienes que aceptarlo, es lo que eres

Y allí estaba, se suponía que debía aceptar algo que aún no sabia que era, yo no sabía quién era... al menos no desde los doce años

Allí está, dispara

Y nuevamente pasó corriendo, era casi imposible poder captarlo pero algo tan rápido como esa sombra o lo que sea que fuera, eran mis flechas. Respiré profundo y apunté más adelante de él y con éxito logré darle.

No te acerques, puede ser una trampa

Comencé a caminar hacia donde había caído lo que sea a lo que le hubiera dado. El olor de tierra mojada se estaba mezclando con algo que conocía muy bien, podía sentirlo en mi boca, saborearlo. Sangre, un tipo de sangre que jamás había olfateado y no me sorprende ya que realmente cada vez que lograba darle a algo el olor a sangre siempre cambiaba pero seguía teniendo el mismo toque característico de la sangre humana

Se está moviendo, termina lo que empezaste

Pude sentir cómo mis huesos comenzaban a moverse y sabía que mis pupilas estaban rasgandose como las de un gato, era algo que siempre pasaba cuándo el lado oscuro comenzaba hacerse presente, todos mis sentidos se agudizaban y estaba más consciente de mi alrededor. Cada vez lo sentía más cerca pero todo comenzaba a nublarse, miré el cielo, gruesas gotas de lluvia comenzaban a caer y el viento que corría era frío y huracanado, parecía un poco extraño. Mientras más me acercaba, más podía sentir que mi personalidad buena comenzaba a tirar de mí, estaba comenzando a marearme y pude ver un par de gotas rojas caer al verde césped. Tenia que acelerar el paso si quería descubrir que era eso que comenzaba a aparecer cada vez que venía aquí

Lucha por esto, no dejes que la oscuridad gané... sigue su voz

Caí de forma torpe al suelo y nuevamente sentí cómo mis huesos volvían a su estado normal, el dolor de cabeza era tan familiar que comencé a acostumbrarme a él, todo se oscurecía a mi alrededor, el cambio estaba ocurriendo más rápido de lo normal y quedé ciega por algunos minutos. Gatear y sentir la tierra bajo mis manos también era muy común para mí, había aprendido a moverme así aunque no pudiera ver nada y sólo tuviera mi oído y olfato para sobrevivir. La vista comenzó a volver lentamente, sólo que esta vez no me encontré con un verde césped o con alguna montaña colorida. Sentí el corazón en la garganta cuándo un par de ojos grises muy brillantes aparecieron frente a mí, luciendo familiares. Sus manos tan blancas se posaron sobre mis hombros empujandome con fuerza, activando todas mis alarmas.

Despierta

Su voz era tan familiar que me descolocó y sin darme cuenta estaba cayendo una vez más fuera de ese lugar

Desperté en mi habitación con las manos llenas de sangre y tierra bajo las uñas, pero lo único que me importaba ahora era saber quién era él y qué quería.

A la luz de las tinieblas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora