Tenía que estar alucinando ¿Cómo era posible? La casa estaba completamente intacta, se levantaba imponente tal como la recordaba. Sus muros de cemento y piedra, el cristal de las ventanas, el techo de madera a dos aguas y todos los árboles estaban en tan perfecto estado que comencé a dudar de si realmente pasó todo lo que recuerdo.
Mientras más entraba a la parte llana de la montaña, más me convencía de que algo estaba pasando y todos sabían menos yo. Podía sentir cada uno de mis sentidos agudizarse como si estuviera entrando a un terreno peligroso y la voz de mi cabeza parecía tan ausente que estaba preocupándome. Sentirme sola y desnuda era una buena forma de describir lo que estaba sintiendo justo ahora.
El viento frio golpeaba mi rostro, con cada paso que daba y sentía como que algo me impedía que siguiera avanzando. Respiré profundo y empecé mi camino nuevamente, miré mis manos y la familiaridad que tenía al ver mis venas hinchadas y la sangre correr, era algo que ya había visto al comenzar a cambiar aunque aún no me acostumbraba a estas cosas. Poco a poco fui acercándome más a la casa y mientras más cerca estaba más expuesta me sentía y el cambio estaba más cerca de suceder.
Detente Ness, Detente
-Pensé que estabas dormida.
Sigo aquí idiota, solo que esto no se siente tan normal.
-Creí que solo yo lo sentía
Tenemos que hacer esto juntas Ness
-Así que tu eres la que está provocando el cambio -Dije un poco molesta- Deja de hacerlo.
No soy yo, algo está aquí que me hace querer salir... es extraño
-Un portal tal vez?
No lo sé, sé tanto igual que tú
-Será doloroso?
Con la fuerza que está tirando de mi... creo que no
Pude sentir cada hueso de mi cuerpo romperse y volverse armar, era como un rompecabezas esperando ser descubierto, todo pasó tan rápido que me mareé un poco mientras que una pequeña línea de sangre chorreó de mi nariz. Estaba tirada en el suelo y sin vista.
-Aquí vamos otra vez -Me quejé- No veo nada.
Espera un poco, tampoco veo.
De la nada absoluta, mi vista comenzó hacerse borrosa y luego pude ver normalmente. Mis cinco sentidos más activos que nunca, el olor a pino y madera quemada invadía mi olfato al mismo tiempo que podía escuchar mucho más a los pájaros cantar, podía sentir el césped bajo mis manos y mi vista estaba en el punto máximo ya que podía mirar mucho más allá de lo que podría ver estando en mi cuerpo normal. Me sentía lista, me sentía fuerte y todo eso se esfumó cuando sin querer miré mis manos... estaban completamente negras, como si las hubiera metido dentro de un saco de carbón ¿Pero que demonios?
Creo que fui yo, no sé como lo hago pero siempre pasa en algún momento.
-Nunca había sido así
Sigamos nuestro camino Ness, ya tendremos tiempo para descubrir que más podemos hacer.
Me puse en pie y sacudí mis pantalones, me hice una cola alta y cerré los ojos mientras tomaba un ultimo respiro profundo, acomodándome en mi nueva forma y dejándolo entrar por completo. Caminar allí ya no se sentía tan pesado y el miedo que antes amenazaba con paralizarme ahora no estaba, lo único que sentía era que no estaba sola... aunque no había nadie más que pudiera ver.
Estaba parada frente a la puerta, algo me decía que si la abría sería un gran error pero no podía no abrirla, puse mi mano en la palanca y la bajé, el familiar click, hizo eco mientras la puerta se abría.
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A la luz de las tinieblas
FantasyNunca se creyó una chica normal... y es que no lo era. Ahora sólo debía descubrir que de todas sus preguntas, solo ella es la respuesta. Todo está dentro de su cabeza, dentro de su alma. ¿Ella lo cree? ¿Podrá creer en lo imposible? ¿Tú lo creerías...