Capítulo 2

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10 años atrás

-No podemos tenerla aquí, es un peligro para todos nosotros -Susurro con tristeza- Lamento que tengan que separarse de sus pequeñas pero ambas corren peligro aquí, la oscuridad cada vez es mas fuerte y muchos de los nuestros están muriendo a diario.

-Podemos buscar una solución -Sollozó la madre mirando a sus hermosas gemelas- Tiene que haber una forma de poder criarlas sin que tengamos que exiliarlas. 

El padre de las gemelas sabia lo mucho que extrañaría a sus hijas, la tristeza que caería sobre su casa si ellas llegaran a faltar y sobre todo lo muy deprimida que estaría su esposa; pero al mirar al Scientis  no lo quedó duda alguna de que si sus hijas iban a tener un futuro, debía hacer lo que este les indicaba.

-Confío en ti gran sabio, dueño de todo conocimiento -Habló el padre convencido- Dejaré que te lleves a mis hijas y les consigas un futuro mejor -Su esposa le observó como si estuviera loco y parecía que ella estaba preparada para discutir, él se adelanto y jugó su última carta- Pero como aún soy Celestial y puedo decidir mientras el consejo esté activo, te ordenaré que las lleves con un Cognitarum Potentia, que se encargue de sus recuerdos y luego tú irás a llevarlas dónde sea que planees esconderlas.

-No puedes hacer esto!

Él miró a su esposa y asintió.

-Prefiero que ellas estén a salvo lejos de nosotros antes que condenarlas a una muerte segura si las conservamos -Ella asintió y las lágrimas cayeron a chorros de sus ojos- Haremos lo que sea necesario por su futuro, daré mi vida si es necesario.  

El scientis asintió y con un movimiento de muñeca ordenó que ambas niñas fueran llevadas lejos del imperio cazador.

El trabajo a realizar era duro y difícil pues ellas representaban la unión del bien y del mal, de la luz y la oscuridad, y aunque se fueron contra todas las leyes, cambiaron el orden establecido por miles de años atrás... nadie podía debatirlo, al fin y al cabo era el único celestial que se había quedado y aunque ella era el enemigo, luchó contra su propio reino para salvar la vida de lo que ella denominaba el bien del mundo ¿Quién podría atreverse a odiar a las únicas dos personas que lucharon hasta casi morir por salvarse el uno a la otra y consigo a todos los que acompañaban al ser de luz?
Mirando aquel par de niñas, podía ver en ellas a sus padres.

Luz y oscuridad. Esas palabras no podían salir de la mente del scientis, el temor invadió su corazón pues él sabía que las niñas podrían ser la salvación del imperio cazador, o bien podrían ser su destrucción y finalmente acabar con la poca luz que quedaba en aquel reino que comenzaba a perecer.

-Sabes que no es seguro Agul -Dijo temeroso Elian- Aún son muy pequeñas.

-Eres el único Cognitarum Potentia en el que confío -Suplicó el Scientis- De nosotros depende salvarlas, son el futuro.

-No tienen ni cinco años! Bien podrían no recordar nada.

-Tenemos que estar seguros Elian.

-Hay una forma de hacerlo y no te va a gustar, es algo que se practicaba antes cuándo uno de los hermanos no tenía la fuerza suficiente para continuar...

-Te refieres a...?

-Si -Negué con la cabeza y él suspiro abatido- Podría intentar hacerlo en cada una pero sabes que las probabilidades de que sobrevivan por separado son casi nulas.

-El riesgo es menor si lo hacemos -Concedí- Pero podría ser un problema para el futuro... y más ahora que los oscuros quieren a la princesa, todos corremos peligro y...

A la luz de las tinieblas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora