𝒮á𝓁𝓋𝒶𝓂𝑒{𝒮𝓊𝑔𝒾𝑜}-𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖𝙫𝙚𝙧𝙨𝙚- Pausada

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Lo vi, era el, estaba como si nada , agarrado al tubo metálico, el como movía todo de si, me estaba prendiendo el solo imaginarlo bajo de mi cuerpo, mientras lo penetro. Tiene que ser mío.

Parecía como si supiera que estoy aquí, que tiene algo que hacer, pero ¿qué? ¿Por que lo quiero si no tengo idea de quién es? Eso si, su aroma me resulta tan familiar.

Me acerqué para ver mejor. Un señor se me acercó - sabes hijo, ese omega es de los que se venden, el es nuevo, pero es de las mercancías mejores guardadas- me gire para verlo a la cara- ¿cuento pides?

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Al parecer se marchó o no, ya nadie lo sabe - Ogata, la presa está lista- ahora lo único que tenía que hacer era bajar e ir a la habitación donde esta él para... sea lo que sea, podría matarlo ahí mismo.

Ea camino a las habitaciones esa oscuro, iluminada dado por una suave luz roja, apartado de todo el "bar" o lo que sea eso- 56 A- lo dije, sin darme cuenta ya estaba frente a la puerta, ahora de ejecutarlo todo.

Apenas entré y sentí un golpe en toda la cara, las feromonas eran demasiadas, sentía las piernas temblar -Vaya, si eres tú- se le veía tan agobiado y al verme sus ojos parecían brillar, un color dorado anormal - bueno, pues habrá que em- no me dejo terminar la palabra, me agarro del brazo para tirarme sobre la cama. Me separó las piernas y por instinto mío las cerré de nuevo ¿qué me pasa? - ¿no que eras de las mejores perras de aquí? ¿Por qué tan timindo eh? - ahora el que sonreía era él, vi unas tijeras junto al velador, y cuando me disponía a agarrar las, sono el auricular que llevaba yo - no lo puedes matar, solo acuéstate con él- empecé a temblar por alguna razón, quería llorar. Él de un movimiento me agarró otra vez, pero más fuerte y estaba boca abajo, la respiración se me empezaba a cortar - no tienes ni la más mínima idea de lo que te quiero hacer- la camiseta la tenía rasgada por la espalda y ya iba por los pantalones, no podía moverme.

-¿Qué te pasa?- me agarro del pelo con el fin de poder verme la cara -lloras, acaso tú... ¡vaya mierda! Con más razón para que valgas más, ¡si nadie te ha cogido!- por nada arruines el plan B, o estás muerto- no puedo cagarla, estaba obligado a hacerlo "en el cajón a la derecha encontrarás un líquido, si sientes que no puedes... tómalo" me lancé a el cajón y tal como lo dijo, ahí estaba, era como una cápsula, fiji  agarrar una tira de condones para poder tomarlo, esa cora hace efecto rápido- ¿cree que no puedo? Tomame- el calor por el cuerpo me recorría la espalda y la vista era borrosa- no me gusta que se sientan obligados a esto, además, eres un omega dominante tu aroma lo dice todo, no puedo estar contigo como tu primera vez, busca alguien que te importe de verdad- lo agarre del brazo antes de que se marche, estaba muy caliente.

- Ahora mismo no me importa nada ni nadie, lo que quiero es a ti- lo abrace por el cuello y estaba a punto de besar lo, pero me detuvo bruscamente- ¡acaso no tentides! Tan solo olvidarme- el pecho me dolía y sentía la cara arder, los ojos se me llenaron de lágrimas- por favor... quédate-.

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Me gire para verlo, estaba tan indefenso y llorando, las mejillas las tenía rojas a más no poder. El instintonme ganó, tenía que acostarme con él- no te quejes si te duele- estaba sobre el y me dirije a su boca, los labios rosados y esa piel pálida daba mucho que desear, lo besé por parte de el era tímido, como si nunca lo hubiera hecho, pero dije que no sería suave con el, no pude enlazarse así sin más y aumenté la intensidad, para que sea más bruto le tapé la nariz e introduje mi lengua, había un juego enorme de estas aver quien era el dominante, lastima que ambos lo somos.

Ahora si pude abrirle las piernas retirando el poco de ropa que le quedaba, ataque a los pezones, los cuales eran rosas y algo grandes e hinchados, tan apetecibles que empecé a succionar sacando pequeños gemidos de su boca, estaba disfrutado, no podía permitírselo así que lo mordí fuertemente como para que gritara -d-duele - los ojos los tenía llorosos y la marca de la mordida estaba sangrando ligeramente- te dije que no seria suave contigo así que vete acostumbrado- baje hasta sus muslos pero empezó a empujarme por los hombros para que me retire de ahí- ¿Qué haces?- me miro - me va a doler y no ¡AHH!- antes de que termine de hablar le mordí uno de los muslos presionando cada vez más sintiendo como mis colmillos se clavaban en la carne y el sabor metálico de la sangre en mi boca - ¿acaso no entiendes?- le separe los muslos fuerte y ahí estaba la pieza cotizada, su entrada virgen, coloque mi miembro en esta, antes de que diga algo ya había entrado en el - ah~ déjame, déjame acos- no pensaba ser suave en ningún sentido, se estaba retorciendo de dolor, mas no de placer y se cubría la cara con una almohada- lo siento, pero una vez que empieza ya no termina- lo agarré con fuerza por las caderas y aumenté la velocidad, cada parte de su interior me estaba apretando, se sentía tan malditamente bien.