10

7.9K 803 67
                                    

"¿Cuánto tiempo?"

Fred suspiró.

"No lo sé"

"¿Cómo puedes no saberlo?"

"No lo sé" repitió, encogiéndose de hombros. "¿Cinco años?"

"¡Cinco años!" gritó. "¿Qué, desde que estábamos en segundo, entonces?"

"Más o menos"

Los pensamientos corrían a toda prisa en su mente, pero tenía la vertiginosa sensación de no estar dentro de su cuerpo. La información no computaba, no podía hacerla tener sentido, porque no entendía en qué mundo Fred podría haber tenido ese tipo de sentimientos por ella durante todos esos años y no haberle dicho.

"Ruby..."

Un recuerdo: cuarto año. Fred de la mano con una chica rubia.

"¿Y cuando estuviste con Aimee?"

"¿Por qué crees que no funcionó?"

La mirada de Fred era insoportablemente honesta y devastadoramente triste. No podía verlo a los ojos. Más recuerdos llegaron a su mente como animales en medio de una estampida.

Antes de su primera cita, justo antes de salir de la Sala Común, Ruby se paró a preguntarles por un último consejo a sus amigos. Fred, exasperado ante su nerviosismo, le dijo "sólo sé tú misma".

El día del Baile de Navidad bajó las escaleras del dormitorio de las chicas, y Fred no dijo nada hasta que le preguntó su opinión. Puso los ojos en blanco y sonrió. "Supongo que te ves bien", pero estaba sonrojado.

El día en que la vio llorando en el pasillo del quinto piso porque Tom Casey la había dejado plantada, y al día siguiente apareció misteriosamente en el Gran Comedor con orejas de burro.

"¿Por qué no me lo dijiste?"

"¿Habría cambiado algo?"

Sí. Habría generado mucho dolor entre ellos, porque Ruby no sentía lo mismo por Fred. Nunca lo había hecho. La sola idea de sentir ese tipo de cosas por él la hacían reír, como siempre se lo recordaba.

Entonces...

"¿Por eso me diste la poción?"

"¿Qué?"

El pensamiento era horrible, pero no podía guardárselo. No podía vivir con la pregunta carcomiéndole el cerebro, como sabía que lo haría si no le pedía una respuesta ahora.

"¿Me diste la poción de amor para que me enamorara de ti?"

"¡No! Ruby, cómo crees..."

"Porque me acabas de decir que te gusto hace cinco años, Fred" lo interrumpió, tratando de comprender lo que cinco años de silencio deben sentirse en el corazón. "Entonces, ¿qué fue eso? ¿Sólo una broma estúpida o esperabas algo más?"

"No, Ruby, sólo estaba molestándote, yo no..."

"¿Y qué hiciste después?" lo interrumpió de nuevo, "¿Me diste otra dosis? ¿Le pusiste a mi té, al jugo de calabaza, tal vez a mi desayuno?"

"¿De qué estás hablando?" saltó, nervioso. "¡No! Fue sólo esa vez, por una broma, yo..."

"No te creo"

Se quedaron en silencio. Fred suspiró y Ruby tuvo que contener el aliento para no derrumbarse. Casi podían escuchar el sonido de sus corazones rompiéndose. Esta era la persona a la que le confiaba su vida completa desde que tenía cinco años.

"¿Cómo?"

"Ya no puedo creerte"

Fred le sostuvo la mirada durante la eternidad que duró el silencio.

"Bien"

La tomó de la mano y comenzó a caminar con ella por los pasillos del colegio. Estaban caminando peligrosamente sobre el límite del toque de queda, pero ¿qué más daba? No era nada nuevo para ellos y habían cosas más importantes en juego.

"¿A dónde vamos?"

"A que me creas"

Fred la llevó hasta los pisos inferiores del castillo. El olor a humedad y la falta de iluminación eran una señal evidente de que se acercaban a las mazmorras.

La dejó a mitad de pasillo y forzó la puerta del salón de pociones con un encantamiento. Entraron en la sala de clases que no usaban hace dos años y Fred se dirigió directo al fondo.

"¿Qué haces?" le preguntó Ruby con urgencia.

Fred abrió una puerta y se metió en lo que parecía ser un simple armario, pero Ruby sabía que era más que eso.

"Si Snape nos atrapa estaremos muertos" susurró.

El chico salió con una pequeña botella en la mano. Era ínfima, y estaba llena de un líquido transparente como el agua.

Fred abrió la botella y se echó un chorro en la boca.

"Bien. Pregunta lo que quieras"

Estaba loco. Dejó el veritaserum en la mesa junto a él y esperó a Ruby.

"No. Así no"

"¿Qué quieres decir? Pregúntame lo que quieras, Ruby. Sabes que no puedo mentir"

Le dolía en el corazón verlo así. En la necesidad de probarle su confianza y su honestidad con una poción que no le dejaba otra alternativa. ¿Cuándo se había arruinado tanto todo?

"No quiero"

"Si no me preguntas, te quedarás con la duda"

Respiró. Le dolía el pecho por la angustia y la sensación de que una amistad de años se rompía frente a sus ojos.

"¿Me diste la amortentia para que me enamorara de ti?"

"No" respondió de inmediato.

"¿Me has dado más desde que te besé?"

"No"

"¿Esperabas... Obtener algo de aquello?"

"Sí"

Crac.

Ruby no estuvo segura si era su corazón, su confianza o su amistad con el pelirrojo, pero algo se rompió dentro de ella.

"Ruby..."

"¿Qué querías?"

"Escucharlo" respondió en un segundo y Ruby se dio cuenta de que luchaba por no hablar, pero era demasiado tarde. El veritaserum corría por sus venas y la verdad saldría de su boca.

"¿Escuchar qué?" preguntó confundida.

"Que me amabas" le contestó y los ojos de Fred se llenaron de lágrimas.

"Eres un egoísta"

Con un nudo en la garganta, se dio vuelta para salir.

"¡Ruby, espera!"

"¡No!" le gritó, "¡Me arruinaste, Fred! Hace un mes que no puedo pensar en nada más que en ti, ¡Y es tu culpa! ¿Sabes lo angustiante que es el perder el control sobre algo tan privado? ¡Me lo quitaste! ¿Y por qué?"

Ninguno dijo nada.

"Te he amado toda mi vida. Lamento que mi manera no fuese lo suficiente"

𝔞𝔪𝔬𝔯𝔱𝔢𝔫𝔱𝔦𝔞 ~ 𝐟𝐫𝐞𝐝 𝐰𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora