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—Doctora, ¿qué es lo qué tengo? —preguntó mientras veía inquietantemente como ella escribía algunas cosas en su libreta.

Esta era la primera vez que pisaba un hospital. Siempre había tenido buena salud, por lo que nunca fue necesario ir a uno salvo de bebé y ahora que se encontraba en esta situación, todo le resultaba inquietante y vergonzoso.

—Tranquilo —le respondió mientras anotaba algunas cosas en su libreta—. No es algo grave.

—Por un momento pensé que era algo malo.

—Oh no, cariño. Solo tienes disfunción eréctil —dijo dándole una media sonrisa.

—...

—...

—... ¿Qué?

Tenía que ser una broma.

Esto era malo, muy malo.

—Déjame explicarte —se acomodó sus lentes—. La disfunción eréctil es la incapacidad para conseguir y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales. Esto puede tener causas físicas y psicológicas pero según las pruebas que te sacaste puedo ver que tienes un cuerpo fuerte y saludable, por eso descarto que se deba a algo físico, lo más probable es que sea debido a algo psicológico, Naruto.

El mencionado suspiró aliviado, al menos físicamente no era nada aunque, por otro lado, estaba eso de "lo más probable es que sea debido a algo psicológico". Aquellas palabras le preocupaban, le daba un mal sabor de boca.

—Entiendo pero, ¿entonces qué debería hacer?

—Bueno, aunque la psicología no es mi rama, sé que puede deberse a estrés, depresión, entre otras causas más. Te aconsejaría que vayas a un psicólogo para que te diga algo más concreto que yo.

—Gracias...

—De nada y no te olvides tomar esas pastillas que te di, te ayudarán un poco. —dijo mientras estrechaba su mano con la del rubio a modo de despedida.

—Claro. —se despidió para después salir de aquel hospital.

Ahora, ¿cómo se lo diría a Hinata?

No podía llegar a casa y decir "Regresé del hospital y la doctora dice que no se me puede parar" y menos decirle que es por algo psicológico ya que ella lo llenaría de preguntas y él en realidad no era nada bueno mintiendo, por lo que, probablemente lo termine descubriendo.

—Ah —suspiró derrotado.

Y esa no era su única preocupación, también estaba el hecho de que nadie debía enterarse. No podía ni imaginarse contándole a su asistente y buen amigo Shikamaru sobre este "problema" ya que, ¿qué hombre en la tierra no puede tener una erección?

Siempre había sido alguien confiado y sin preocupaciones pero esto le preocupaba y le hacía preguntarse como reaccionarían sus amigos si se enteraran. Era algo en lo que no estaba dispuesto a arriesgarse.

No quería que le vieran como "menos hombre".

—Hey, ¡Naruto! —lo llamó una voz jodidamente familiar.

El mencionado conocía lamentablemente esa voz, era su asistente con cabeza parecida a una piña.

"¡Este no es el momento!" pensó mientras veía como se acercaba a él. Y lo peor es que no estaba solo, sino que estaba acompañado de Kiba, Chouji, Sai y Sasuke.

—Mátenme.

Pequeña circunstanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora