Adicto [L.S]

Capítulo 15

△▲△▲△ Uno loco por él otro y el otro adicto a él ▲△▲△▲

Final 

Paso a paso las manos de Louis se elevaron de estar posadas en la cama a la linda y desalineada barba del rizado acortando un poco más la distancia mientras sus labios estaban luchando por volverse uno, los ojos del ojizarco se abrieron en medio del beso logrando ver a las largas pestañas de Harry que mientras lo besaba cerraba sus ojos como disfrutando cada segundo que se posaban en él, observo cada centímetro de su piel sintiendo como algo dentro de sí cambiaba, jamás había disfrutado tanto el simple contacto de los labios descubriendo que tan erógenos eran, descendió lentamente sus manos acariciando el cuello del rizado llegando a sus clavículas sintiendo su piel caliente y su respiración algo agitada por el incesante beso. Harry que se encontraba inclinado aun de pie frente a Louis con una de sus manos a un lado de las piernas del ojizarco y con la otra acariciando la nuca de este dejándose llevar con cada caricia del ojizarco, abrió los ojos encontrándose con los de su vecino que lo observaban atentamente sintiendo una felicidad extraña rozarle las entrañas, ambos sonrieron sobre el beso como tontos dándose cuenta que así es como querían estar el uno con el otro.

Louis mordió el labio del rizado estirándolo hacia él acostándose poco a poco en la cama como guiándolo con esa linda acción sin quitarse las miradas de encima, el erotismo que era característico de Louis había cambiado a uno con la misma intensidad, pero de forma distinta, manejando la situación con sus ojos, sin necesidad de que su cuerpo hable por él, dominando fácilmente la mente de Harry.

— Todo lo que hacías para mí era una droga. — las palabras se hicieron presentes, Harry susurro sobre los labios del ojizarco para dedicarle rápidos besos subiéndose sobre la cama posando sus rodillas alrededor del cuerpo del ojizarco — Todos tus gestos inocentes eran una jeringa que se clavaba en mis venas dándome un fuerte golpe de irrealidad —, su voz poco a poco se volvía más y más sensual — Luego me mostraste en códigos, a tu manera que no solo querías jugar acercándote sigilosamente a mi vida, rompiendo mis paredes volviéndome un completo desastre, arrastrándome sin piedad volviéndome un loco —. los besos se empezaron a intensificar y los ojos de Louis se entrecerraban siendo estimulado auditivamente, se sentía plenamente feliz tenia lo que tanto había deseado, a pesar de casi perder contra su novia, haber sido un desgraciado no fue tan mala idea — Moldeaste a tu antojo con tus peligrosas manos mis deseos invitándome aquella noche a probarte tal y como si fueras la dulce morfina —, Louis se mordió el labio inferior esas palabras estaban recordando cada paso que ellos vivieron, era una forma astuta por parte de Harry para ser sincero y calentarlo a la vez, pero este calor abarcaba más allá del deseo era tan emocional que todo se volvía más fuerte — Y cuando te probé, tus demonios entraron en mi asfixiándome, controlándome como tu marioneta, arrastrándome con todo mi consentimiento, pero cuando el calor descendió... mi cuerpo se asustó armando un miedo dentro de mi, un miedo completamente irracional... — dijo negando con la cabeza pensando que fue un completo idiota — Pero cuando te sentí lejos de mi piel, el aire me quemaba, no había escapatoria ni rincón donde me sienta completo, siendo inevitable dejar de pensar en ti... — Harry dejo de besar a Louis para juntar sus frentes, estaba siendo lo más sincero que podía luchando por explicarle por qué él era único — Y por último apareció ese bastardo —, Harry recordó a Zayn y presiono los dientes tomando los brazos de Louis apretándolo con algo de fuerza mostrándole que hablaba en serio — Y ahí toda mi mente se aclaró, había elegido mal, siendo un cobarde para estar a lado de una mujer que no me hacía feliz, rogando olvidarte pero te hiciste más irresistible y poco controlable, necesitaba estar cerca porque sentía que iba a morir sin ti, sin mi droga porque que me había vuelto un adicto. — dijo terminando su discurso besándolo lo más suave que podía sintiéndose libre y a la vez en una prisión que deseaba estar.