Mentirosos

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La música resuena en todo el lugar ocasionándole un ligero dolor de cabeza junto al mareo provocado por las, quizás demasiado llamativas, luces neones.

Se encuentra sentado en un sillón y poco alejado de la pista de baile donde todos parecen auténticos lunáticos bailando como si no hubiera un mañana, se siente incómodo en aquella fiesta montada en su pueblo. Observa a todos disfrutar ya sea charlando, bebiendo, bailando o liandose con alguien, él también quisiera disfrutar el momento, después de todo sabe que a sus compañeros les hacia bastante ilusión realizar aquella fiesta, pero ya suficiente ha hecho con solo ir.

—Si quieres podemos irnos. —le hablan a su lado y voltea a ver al dueño de aquella voz, dedicándole una pequeña sonrisa mientras niega con la cabeza.

—No, no, te la estas pasando bien no te preocupes, solo me siento algo cansado, cosas de la alcaldia, ya sabes. —miente con descaro, bien sabe que la razón de su cansancio no es a causa del trabajo, claro que no.

—¿Seguro? —le vuelve a preguntar el amable castaño a su lado.

—Seguro Luzu, anda ve a bailar guapo. —le sonríe lo mejor que puede y le da un pequeño empujón en el hombro para que se vaya.

—Vale, vale, cualquier cosa me hablas, ¿sí?

—Que sí, que sí, anda ya. —ríe fingidamente, para suerte suya su pareja no parece darse cuenta de ello.

Luzu ríe con él y se acerca a su lado tratando de depositar un beso en sus labios, tan pronto se da cuenta de sus intenciones el castaño de ojos bicolor tira su varita de hielo, agachandose rápidamente a recogerla. Si el ojinegro se dio cuenta o no, jamás lo sabrá porque se retira nuevamente a la pista de baile.

—Joder, voy a terminar rompiendo esta cosa si la sigo tirando. —se queja en silencio Auron mirando su varita de hielo como si fuera lo más interesante en aquel lugar.

Bufa con cansancio, pensando en cuanto quisiera irse de ahí solo, sin su pareja o algún amigo. Apoya su mentón en su mano derecha y pasea sus ojos por la pequeña explanada decorada con sillones, muchas luces, un escenario para el dj y una mesa con bocaditos, algo sencillo pero muy congestionado de gente de los tres pueblos. Sus iris negro y amarillo se detienen a mirar a una pareja en concreto, es la primera vez que los ve en todo el día y su humor no hace más que empeorar.

Se siente un escoria, culpable del resentimiento y dolor que le causa ver a aquellos dos, él no debería de sentirse así, no teniendo una pareja tan bondadosa y gentil como lo era Luzu; pero también se siente tan enamorado viendo al portador de la máscara de cuervo que le es imposible apartar los ojos de él y arrepentirse de sus sentimientos generados.

Su mirada debió haber sido muy intensa pues el culpable de sus desorden sentimental lo mira devuelta y sonríe, produciendo un sonrojo en sus mejillas que alegra poder ocultar por las luces de la fiesta. Desvía la mirada con vergüenza y se plantea si debería o no acercarse, no entiende como el híbrido de cuervo lo mira y sonríe como si nada cuando él enloquece con su sola presencia.

Lo observa con el mayor disimulo posible, notando como no lleva sus ropas campesinas de siempre, sino que porta unos jeans grises junto a una camiseta básica color negra, pareciera un conjunto sencillo y de poco sorprender, pero el hecho de que sea Focus quien lo use hace que su corazón se acelere de forma descomunal, pensando sin cesar en lo bien que se ve. De forma inconsciente peina su flequillo para arriba y acomoda su ropa con sutileza, quiere verse bonito.

Ante lo que acaba de hacer se queda petrificado y golpea su frente, todavía sintiéndose culpable de lo que siente y hace, sabiendo que si todo saliera a la luz lastimaria a dos de las personas más importantes para él, su novio y un amigo irremplazable como lo era Fargan.

One Shots l FocusPlayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora