Dux Bogdánov, oportunidad de vida.

CAPÍTULO 5 - A la labor con Dheux

Solo pasaron 20 minutos para que Dux y Dheux llegaran a la casa del granjero al cual le iban a limpiar un establo a cambio de 14 monedas de plata, equivaldría a 7 monedas de oro fácilmente.

-¿Qué tan mal puede estar un pequeño establo?- Preguntó Dux intentando fomentar una conversación con su reciente compañero.

-Pues así de mal- Respondió Dheux señalando su lugar de destino.

-Por mis (...) ¿Quién tuvo la idea de aceptar este asqueroso trabajo? (...) Ni se te ocurra contestar- Dijo Dux al ver que Dheux estaba a punto de señalarla.

El dúo tocó la puerta de la casa, en la cual abrió un viejo elfo barbudo sosteniéndose de un bastón de madera, Dux le explicó al hombre que venían a limpiar lo que él pidió y le mostró el pergamino correspondiente, el elfo los invitó amablemente a pasar, ofreciéndoles galletas y té al finalizar su trabajo, los chicos sonrieron y pasaron rápidamente al establo, terminar rápido les daría comida gratis, no pintaba tan mal su primera misión.

Dheux buscó algunas palas y Dux trajo una carreta donde poner todos los desperdicios además de unos pequeños clips para taparse la nariz e ignorar el olor de las vacas, no estaba acostumbrada a los aromas de ambientes en tierra, le entregó uno de los clips a Dheux y así comenzaron a recoger los desechos en medio de las 7 vacas que había.

-Y dime, Dheux ¿Cómo llegaste al pueblo?- Preguntó Dux recogiendo la primera pala de desperdicios.

-Yo soy quién debería preguntar eso señori...- Pausó al ver como Dux giraba a verlo con una sonrisa intimidante, ¿al parecer estaba enojada? -Dux, iba a decir Dux- la pirata cambió a una sonrisa más amigable dándole señal a Dheux para que continuara su relato -A los 9 años recién cumplidos escape del cuidado, si así se le puede llamar, de mi padre-

Al parecer el chico vivía con su padre, a Dux le causó curiosidad la casualidad, ella también vivía mayormente con su padre de niña, pero decidió no mencionar nada y dejar que Dheux continuara.

-A esa edad no podía hacer mucho así que me gané la vida trabajando para una pareja de brujos, era su ayudante y aprendí algunas cosas interesantes, pero no mucho más, a mis 13 años ellos...- En ese momento Dheux pausó el movimiento de su pala, se quedó callado pocos segundos con la vista perdida hasta que sacudió su cabeza y siguió -Digamos que ser brujo no estaba muy permitido sino hasta hace 2 años, cuando el rey decretó la brujería como oficio, pero en ese entonces al ser ilegal (...) Fueron quemados, el ese momento fue cuando hui de nuevo por miedo a que me hicieran lo mismo- sin darse cuenta ya habían llenado la carreta de desperdicios, Dux tomó la carreta y se dirigió a vaciarla en el cobertizo donde el elfo hacía su estiércol.

Volvió rápidamente atenta a la historia de Dheux, ahora no podía evitar verlo tiernamente, se veía que lo había pasado mal en su infancia.

-Como te decía, escapé, eso fue hace 3 casi 4 años, desde entonces llegué oculto en la carreta de un comerciante a aquí- Dheux siguió palando todo el tiempo que hablaba mientras Dux solo lo escuchaba en silencio -Si te digo la verdad, lo que tengo tal vez lo robé en la carreta, no aseguraré nada por ahora-

Dux soltó la risa -Sí, sí, tal vez, cómo digas, ya lo sabía- dijo entre risas.

-No te burles, lo hice para intentar vivir en lo que conseguía algo qué hacer, al principio nadie me conocía así que pude vender las cosas, vi que era una buena forma de vivir así que seguí robando y vendiendo, hasta que claramente todos se comenzaron a dar cuenta, y heme aquí, recogiendo lo que antes era la comida de las vacas, que asco- Dijo soltando el contenido de una pala en la carreta.

-Lamento mucho que no puedas vivir como un ladrón- Se burló Dux.

-Ay sí claro, no me vayas a decir que nunca robaste o hiciste algo parecido, a esa taberna no van soldados del rey precisamente- se defendió Dheux -a ver, acaso ¿Cuál es tu historia?-