❧⃞⃧ ↹Una reacción violenta, y un defensor sorpresa.✾⭒ᤨ
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Moví mis dedos con nerviosismo esperando por su presencia. Confianza, tranquilidad, no estoy haciendo una rabieta, tengo mis razones. Si repetía esas palabras en mi mente, estaba segura de que podría lograr esto.
Pude verlo a lo lejos, caminando con las manos en los bolsillos. Cuando sus ojos se posaron sobre mí y esbozó una sonrisa de lado, creí que por un momento solo estaba complicando las cosas, que exageraba y que en realidad era feliz y no lo veía. Entonces las palabras de Mi-suk volvieron a mi mente.
No quería esta felicidad a medias.
Cruzó sus brazos por mi cintura y me dio un corto beso en los labios, pero al ver que no correspondí, frunció el ceño.
—¿Está todo en orden?
Titubeé, pero luego llené mis pulmones de aire.
—Y-Yo... — carraspeé para aclarar mi garganta —. Cuando te fijaste en mí creí que era la chica más afortunada del mundo, nadie nunca me había mirado de la forma en la que tú lo hiciste. Sin embargo, creo que te estás aprovechando de eso.
Él frunció aún más el ceño.
—: Me ignoras, si quiero pasar tiempo contigo me dices que estás ocupado, pero cuando sales con tus amigos tu agenda está libre. Dejas... Dejas que chicas que no conozco te besen en la mejilla, y a mí solo me besas cuando estamos solos — apreté los puños, sintiendo como mi cuerpo temblaba de los puros nervios —. Sabes que eres mi primera relación, y crees que toleraré todo porque me gustas, pero no.
—¿Por qué estás enojada? ¿Por qué actúas así? — preguntó él. Mi ceño comenzó a fruncirse, ¿De verdad no estaba entendiendo nada? —. Son mis amigos, no han sido groseros contigo.
—N-No es... no es lo que estoy diciendo — comencé a negar, repasando mis palabras para ver si me había expresado mal —. Nunca dije que no me gustaran tus amigos, s-solo digo que no me gusta como actúas.
—Es una tontería... — rio.
Él rio y dijo que estaba diciendo tonterías.
Fue como si un cristal en mi interior se rompiera a pedazos y la vena de la decepción estallara en mi rostro.
—Me mentiste para no salir conmigo y dejaste que otra chica que te besara así — dije, al borde del colapso —. Son tus amigos, no conozco a ninguna de esas personas, son extraños para mí. No sé si a esa chica no le gustas.
—Por el amor de dios, estás exagerando tanto... —alargó, haciendo su cabello hacia atrás como si no pudiese creer que yo le hablara de esto. Me hizo sentir tan pequeña —. Ni siquiera recuerdo el beso del que hablas. ¿Cómo puedes estar recriminándome algo que no sé?
