cena con los Payne II

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—Harry, te buscan-. me voltée y miré a un chico de cabellos rubios al cual desconocía. ¿cómo sabía mi nombre?

—¿A mí? ¿Quién?-. pregunté confundido. El chico apuntó hacia en frente pero yo no miraba nada más que gente bailando.

—No... no veo nada-. dije ahora más confundido que nunca y antes de que el chico me diera otra pista sentí como alguien me tomaba de la mano y me jalaba con fuerza hacia él, eras tú. Me estabas tomando de la mano entre toda la gente y nadie lo notaba, me guiabas con tu mano y caminabas tan decidido como si conocieras de memoria el lugar.

Yo sonreía como bobo entre tu agarre, me asustaba el poder que tenías sobre mí. Porque tú podías llevarme al lugar que quisieras y yo iría feliz detrás tuyo.

Después de caminar por varios segundos me soltaste la mano, y observé con atención el lugar al que me habías traído. Era una terraza pequeña y había una fuente de monedas en medio, mis ojos brillaron pues siempre había amado ese tipo de fuentes.

—¿Tienes una moneda?-. te pregunté con la voz chillona y me aclaré la garganta apenado. Pero no hubo respuesta. Te miré y parecías estar molesto.

—Louis, ¿sucede algo?-. te pregunté asustado y me volteaste a ver como si fuera la pregunta más estúpida que te hubieran hecho hoy.

—¿Es en serio tu pregunta?-. volteaste a verme y tu mirada me quemó por completo. Te acercaste a mí y vi como las aletas de tu nariz se movían con fuerza con cada aire que inhalabas. —¿Así que ella te parece linda, eh?-. dijiste de pronto y entonces entendí todo.

—Sí, digo no... quiero decir no es lo que...

—¿Por qué la besaste, Harry?-. me interrumpiste y alzaste una ceja, tenías los brazos cruzados y estabas analizando todos mis movimientos con atención, me estabas poniendo muy nervioso.

—Yo... no lo sé, solo no quería que nadie sospechara...-. susurré con la mirada en el piso.

—¿No querías que nadie sospechara que estás conmigo?-. preguntaste y pude notar como tu voz se resquebrajó por completo y yo me sentí un total y completo idiota.

—Yo nunca quise decir eso, tú sabes que...-. hablé con nervios tratando de abrazarte pero tú me alejaste y me interrumpiste preguntando:

—¿Te gustó?

—¿Qué?-. te dije confundido.

—Sí Harry, dime, ¿te gustó besarla?-. me preguntaste y tus ojos brillaron con una tristeza infinita, me dolió en el alma tu pregunta, me dolió saber que yo era el culpable de tu dolor.

—No...-. susurré decidido y tú me volteaste a ver sorprendido, me analizaste por unos segundos y por fin hablaste.

—¿Por qué estás triste?-. dijiste y acariciaste mi mejilla.

—¡Porque debió haberme gustado, porque yo debería estar feliz de haberla besado, debería estar feliz por haber bailado con ella pero en cambio solo estoy triste porque yo no la quiero. Cuando estaba bailando con Lily no podía dejar de pensar en ti, no podía parar de mirarte y de ver cómo la mirabas a ella. Y aunque Lily sea linda, no podía parar de verte a ti porque hoy estás absolutamente hermoso y me duele no poder presumir los pasos de baile que ensayé sólo para ti!-. dije sin tomarme un solo segundo para tomar aire y después de unos segundos abrí los ojos dándome cuenta de lo que acababa de decir y sentí toda la sangre caliente venirse a mi cabeza, estaba rojo de la verguenza.

Te voltée a ver y estabas sonriendo, me brindaste la sonrisa más linda que pudiera haber visto y me besaste como toda persona debería ser besada al menos una vez en la vida.

¿Morirías por mí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora