Don't Forget Me ➳ Kookmin [TERMINADA]

01.

Luego de mandarle varios mensajes y llamarlo repetidas veces, Jungkook llegó a la conclusión de que su novio lo estaba evitando.
Después de que leyeron los estudios de Jimin lo dejó solo ya que este dijo que necesitaba espacio, Jungkook lo respetaba pero no podía evitar morderse las uñas de la preocupación hasta tal punto de dejárselas en carne viva.
Dos días sin saber nada del rubio era demasiado y su cabeza se sentía a punto de explotar. Desde que dejó la casa de su novio tenía un nudo en el estómago, el miedo de que Jimin lo aleje por este momento difícil lo carcomia por dentro. Sentía las lágrimas caer por sus mejillas pero no hizo nada para detenerlas, se llevó las manos a la cara y sollozó.

— Kook, ¿viste a...— tae se interrumpió en medio de la oración al ver a su hermano.

Rápidamente se acercó y sentó a su lado en el sillón, acariciando su espalda dulcemente de la forma en la que hacia cuando eran niños y Jungkook llegaba llorando del colegio en busca del consuelo de su hermano mayor.
No dijeron nada por unos minutos, Tae se quedó en silencio consolando a su hermano pequeño. A veces hay cosas mucho más valiosas que las palabras y Tae siempre sabia exactamente que era lo que necesitaba su hermanito.
Kook apartó las manos de la cara, tenía la nariz y los ojos rojos de tanto llanto. Tae le limpió las lágrimas de las mejillas con un pañuelo que sacó de su bolsillo pero fue en vano, su hermano rompió a llorar otra vez mientras se doblaba en débiles y ahogados sollozos.

— Está bien. Te tengo, hermano.— rodeó con sus brazos al menor mientras este descargaba todo su dolor y tristeza en el hombro de Tae.
Yeontan, sintiendo la tristeza de su dueño, se acercó y apoyó su cabeza en la rodilla de Jungkook esperando hacerlo sentir mejor.

❀

Jimin se sentía como en una pesadilla, en un laberinto sin salida.
Jungkook debía estar preocupado y lo sabía, pero en su visita al médico ayer —de la cual su novio no está enterado— las pocas esperanzas que le quedaban se fueron a la mierda.
Al parecer, los resultados de los análisis eran mucho más terribles de lo que pensó. Aún así, su doctor le ofreció alternativas pero su mente no dejaba de repetirle que todos eran callejones sin salida y después de pensarlo por unos minutos que parecieron horas Jimin se decidió. Lo intentaría, por Jungkook lo intentaría.
No pudo pegar ojo en toda la noche, las mismas preguntas taladraban su cabeza constantemente: ¿Qué pasaría si llegaba a dejar solo a Jungkook? ¿Cómo se encontraría él? ¿Seguiría su vida adelante? ¿Conoceria a alguien más? Por más egoísta que pareciera, hizo una mueca ante la última pregunta. Pero cuando tu vida se está desvaneciendo, ser egoísta no es algo que importe mucho.
Lo que más le preocupaba en ese momento era su novio. Nunca le había importado tanto su vida, a sus ojos el tan solo era una persona horrible. Se la pasaba escuchando tantos comentarios malos hacia su persona que terminó creyéndolos. Cada día fue doloroso para él en el pasado, realmente la pasaba muy mal. Sus días estaban siempre nublados, tormentosos y grises hasta que llegó él.
Jungkook con su característico humor, sus atrevimientos y su ternura llenó la vida de Jimin de colores y alegría. Jungkook, su otra mitad. Toda su vida sintió que faltaba algo en su vida hasta que lo conoció a él, su alma gemela.
Tenía el corazón destrozado, quería hacerse una bolita y llorar, esconderse del mundo y esperar que el tiempo defina las cosas.
Pero no lo haría. Con la manga de su cardigan se secó los cachetes y se levantó de la cama dispuesto a ir a la casa de su novio.