Capítulo 4: Sakura.
Si algo tenía que admitir la mujer de ascendencia Japonesa en 40 años, era que no era una heroína.
No lo era, no lo es y nunca lo será....
Su primer impulso al ver las noticias, no fue ir a buscar a sus padres, no fue tratar de advertir a su novia quien se encontraba recuperándose de un resfriado, en su propia casa.
No, su primer impulso al ver la carnicería en la tv, fue empujar con todas sus fuerzas un pesado mueble, bloqueando la entrada a su departamento. Si de algo estaba segura Sakura, era que por nada del mundo iba a salir.
Pasando por su pasillo ignoro a los que parecían ser soldados que gritaban por parlantes para que salieran hacia los buses al refugio. Si algo la mujer en sus 40s había aprendido de las películas de terror, era que siempre que la gente va a un refugio, tarde o temprano las cosas se descontrolan. Ni hablar de lo en esas películas siempre muestran que ocurre en los hospitales o morgues...
Gracias a que trabajaba por teletrabajo y odiar salir mucho, tenía suficientes suministros y un montón de papel confort, para aguantar un mes, 2 meses si racionaba bien. Además de una generosa cantidad de bidones de agua embotellada, porque nunca confió en el servicio de alcantarillado de su ciudad. También tenía velas y un generador de emergencia, porque no le gustaba quedarse demasiado tiempo a oscuras durante los apagones de luz.
Así que ignoro a todos los que trataron de que abriera su puerta, desde soldados, vecinos preocupados, gente suplicando entrar y un tipo que aseguraba tener una escopeta que se fue luego de rato (eso si no se lo comieron)...
Sakura se acabó armando con un cuchillo carnicero, esta era su fortaleza y solo había espacio para UNA PERSONA.
Sinceramente esperaba no tener que usarlo, hasta que su vecino de al lado, tratando de evitar ser devorado por esposa, intento pasar a su balcón. La pequeña luz de esperanza en ojos de aquel hombre al ver a su vecina con un cuchillo como si tratara de defenderlo, se apagó apenas sintió el filo en una de sus manos, para luego ser empujado al vacío.
El hombre cayo hasta el pavimento ante la mirada horrorizada de Sakura, quien se consoló a si misma pensando que era mejor morir de esa manera que de la "otra forma".
Lo lamentaba por todos aquellos que corrían espantados en las calles y aquellos que estaban en lugares concurridos cuando comenzó "esto" pero ella no los iba a ayudar, ni aunque suplicaran.
Siempre en las películas de terror que Sakura había visto, las personas egoístas como ella, acababan con una muerte brutal.
Solo esperaba que en la vida real las cosas no fueran así y lograr aguantar hasta que las cosas se calmen lo suficiente para idear un plan de escape.
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Historias de Apocalipsis Zombie.
HorrorDistintas historias en una misma ciudad, ¿se relacionaran en algún momento?, ¿Quién sabe?