"Hey, MinHyuk". Exclamó JooHeon de la manera más improvisada, desequilibrada y torpe posible, sus piernas aun hormigueaban después del más intenso jodido orgasmo de su existencia.
Su amigo rubio lo miró con una ceja alzada. "JooHeon te esperábamos en el comedor, ¿Por qué sigues aquí?".
"Ah yo-y-yo... ". La prenda de ChangKyun estaba escondida detrás de su espalda. Habla imbécil.
JooHeon estaba tan aturdido que apenas podía pensar. "Ah, e-el entrenador Volkov me castigo". Soltó.
MinHyuk rodó los ojos. "Ese tipo realmente cree que sigue en el ejército, bueno, cámbiate anda, tenemos examen de Literatura en cinco".
"Si, si, enseguida voy". JooHeon apretó la prenda en su mano. "P-pero sal, no debes estar aquí".
"Si lo sé, pero nos preocupaste, pensamos que estabas inconsciente en la cancha o algo". MinHyuk al fin caminó de nuevo a la salida. "Te espero, no tardes". Y dicho esto, se escuchó la puerta cerrarse.
Con una expresión entre shock, alivio y jodida vergüenza JooHeon suspiró, entonces miró la ropa, en definitiva, tenía que lavar esto antes de regresarlo al casillero. Mierda. ¿ChangKyun notaria que no estaba?
¿Y si la limpiaba en el baño y la devolvía antes de que la próxima clase iniciara? ¿O quizá podía tirarla y hacer como que nada sucedió? ¿O tal vez...
"¡JooHeon deprisa!".
Jodido, jodido, jodido.
. . .
El chico de lentes movía su rodilla arriba y abajo, ansioso y notoriamente nervioso, golpeaba el lápiz en la mesa, y su mirada viajaba a aquel objeto color rojo con el logo de Marvel y luego de regreso a su hoja en blanco.
JooHeon era de los mejores en Literatura, más de una vez había ganado concursos en su juventud y ahora normalmente era la calificación más alta en el aula, cualquiera que le preguntara que eran los exámenes de literatura para él, diría que eran pan comido.
Justo ahora, el examen era como un maldito rompecabezas.
No importa cuánto leyera las preguntas y las redacciones, no sabía de qué demonios hablaba, se había repetido treinta y dos veces que debía concentrarse, pero entonces algo sonaba en el fondo de su cabeza, una alarma imposible de apagar no importa cuánto leyera el examen, él simplemente no podía pensar.
Y la verdad sea dicha, la razón quizá se encontraba en su mochila, al frente de la clase, junto con otras veinticinco bolsas de estudiantes, mientras el cuerpo estudiantil contestaba el cuestionario en silencio.
"Respondan claramente y sin borrones, no quiero exámenes de jardín de niños en mi escritorio". Exclamó el Profesor, caminando por entre los asientos.
JooHeon cerró sus ojos con fuerza, tratando de olvidar que tenía la ropa interior de Chang en la bolsa delantera de su mochila. Al inicio creyó que dejarla en el casillero era demasiado riesgoso, cualquiera de sus amigos bien podría tomar algo de allí, siempre lo hacían. Tenerla las pocas clases que quedaban, cerca, en su campo físico y visual le había parecido lo más seguro, ahora solo se sentía como un estúpido arriesgado.
"Vamos JooHeon". Se susurró el mismo, acomodando los anteojos en el arco de su nariz, leyendo por quinta vez la misma cuarta pregunta, eran jodidas veinte, ¿Qué diablos le ocurría?
Él realmente quería acabar con el condenado examen y salir de allí, pero el profesor caminando libremente entre las filas y al frente de las mochilas solo lo ponían de nervios.
Quizá JooHeon podía pedir permiso para ir al baño, entonces tomaría su bolso y lo cerraría bajo llave en su locker o-
Mark levanto la mano. "Profesor puedo- ".
"No, no puede". Le calló el hombre al instante, quedaba descartada esa opción.
El castaño miró el reloj en la pared, su tiempo casi acababa, su rodilla brinco con más insistencia, y aflojo la corbata debajo de su chaleco de rombos.
Un celular sonó.
"¿No les dije que pusieran sus teléfonos celulares en silencio jóvenes?".
El maestro caminó hacia las pertenencias tomadas.
"¿De quién es ese celular?". El sonido aleatoriamente sonaba, esa canción del mercado que venía en todos los celulares.
Los jóvenes se veían entre ellos.
"¿Quieren que revise yo acaso? Bien". Dijo retador, poniéndose en cuclillas.
JooHeon sintió su hígado retorcerse cuando vio al hombre abrir deliberadamente una mochila para meter su mano dentro y sacar de allí un móvil al azar.
Un móvil en silencio, mientras la cancioncita aleatoria seguía sonando, proveniente de otro sitio.
El chico de hoyuelos se removió en su silla, mientras el profesor repitió el proceso con otra mochila azul, sacando de allí otro celular equivocado. JooHeon sentía una gota de sudor correr rio abajo por su cuello, la tonada rítmica y alegre aun reproduciéndose, como el soundtrack de una película de terror.
Imagino por un momento el suceso, la tercera guerra mundial, una bomba nuclear estallando en medio de ese salón, y a mitad del examen de literatura, cuando el profesor metiera la mano en su mochila roja, una expresión de confusión en su rostro, para después pasar a una de indignación, sacando de allí un conjunto negro y húmedo colgando de su dedo índice.
"Creo que proviene- ".
"¡Profesor no!". En cuestión de segundos JooHeon se transportó al frente del salón, corriendo con destreza entre los pupitres, arrebatando de sus manos la mochila.
La clase lo miraba, MinHyuk incluso tenía la boca ligeramente abierta.
"JooHeon ¿Qué crees que-...?".
Y el chico estaba corriendo fuera del salón.
. . .
"¿Te han dicho lo inoportuno que eres en tus llamadas?". Respondió JooHeon al micrófono de su celular, mientras se sentaba en el pasto del campo de futbol.
"Así soy yo". Su hermano parecía sonriente por el interlocutor.
"Bueno. Ahora seguramente repruebe mi examen de literatura y sea llamado con la psicóloga de la escuela".
"Vaya, eso suena como la semana más interesante de tu vida".
"Ha-ha". El castaño, contrario a su respuesta sarcástica, estaba sonriendo también. "¿Qué me dices hermano? ¿Aun sigues en California?".
"Si, solo llamaba para saludar a mi hermano favorito". Dijo este haciendo su tono infantil y juguetón, JooHeon se abría sentido preciado sino fuera su único hermano. "Y decirte que no olvides salir a divertirte y, ya sabes, conocer a alguien".
JooHeon rodó los ojos, sino era su madre, era su hermano quien le repetía aquello cada que se comunicaban. "Estoy bien JoonWook Hyung, además, conozco a muchos chicos".
"JooHeon, hablo de un chico que te guste, no cualquiera. Alguien que puedas llevar a la cena familiar, alguien que cuide de mi hermano y que mi hermano cuide de ese alguien". La voz de su hermano sonaba casi melosa, pero JooHeon no podía culparlo, Joon se había casado hace un año y medio, aun no bajaba de su etapa luna de miel, y JooHeon no había tenido su primera pareja aún.
"Pero no puede ser cualquiera Heonnie, hay muchos enfermos allá afuera".
JooHeon tragó, mirando su brazo izquierdo, abrazando contra su pecho firmemente y aun su mochila. "Si, hay muchos enfermos allí afuera".
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Nobody Likes ChangKyun [JooKyun]
FanficDecir que a nadie le gustaba ChangKyun seria decir la verdad a medias, la realidad esque a la mitad de la escuela no le gustaba y la otra mitad lo adoraba, literal. A nadie de los nerds les gustaba ChangKyun, excepto a JooHeon. ADVERTENCIA. • Histo...