Sus ojos quieren saber la verdad, pero a ella se le olvida que miente. Un amor prohibido, deseo, pasión, lujuria y amor llena la vida de Valentia Olsson y de Aleksei Rosén. Todo inicia con un asesinato, con una infidelidad y el culpable está entre n...
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La noche era un símbolo de elegancia y de seducción. Las estrellas y la Luna iluminaban un poco a la oscuridad, dando ese toque majestuoso.
Después de lo sucedido, Valentia no sabía qué hacer, pues tanto Alek como lo que vio con Evan la dejó perpleja. Primero, no sabía si advertirle a Esme todo y en segunda, no quería tener nada con Alek, pues significaba mezclar sentimientos, algo que ella aborrecía, pero hay veces en que el deseo es más fuerte que nada.
Celine caminaba por los jardines y por el invernadero. El carro de Evan llegó y ambos cruzaron miradas. Celine sin decir una sola palabra comenzó a caminar hacia el invernadero y desde luego que Evan comenzó a seguirla, pues su mirada suplicaba que siguiera el juego.
Mientras ambos caminaban, Celine pensaba en sí era lo correcto, mientras que Evan se cuestionaba si debía detenerse y cumplir su papel a lado de su esposa o convertirse en un adúltero al cual no le importo nada más que sus deseos carnales. Cuando hay excitación, nada importa y tus sentidos se nublan enfocándose en la persona.
Celine entró al invernadero y Evan también— Te estaba esperando... mi amor —Dijo Celine.
—Yo sé que si —Evan la atrapó con un beso apasionado.
Evan comenzó a quitar su camisa mientras Celine se arqueaba de placer. Cuando pudo ver sus pechos nuevamente, fue una delicia visual, estaban hechos a su medida, eran perfectos para él. No dudó ni un segundo en saborearlos como si de un gourmet tratase. Después ella le quitó la camisa y le bajó el cierre, al hacer contacto se dio cuenta de lo duro que estaba. Comenzó a masajearlo por encima de la ropa provocando gemidos de Evan.
—Demonios, ya te quiero dentro de mí —Rápidamente se deshicieron de sus prendas quedando desnudos. Evan se frotaba con ella y ella encajaba sus uñas debido al placer. Finalmente el la penetró con tanta fuerza que ella gritó —Shh —Evan la callo con besos. Sus embestidas eran cada vez más rápidas y pronto llegarían al clímax.
Una persona salió de la mansión y comenzó a caminar hacia la cochera, pues esa noche no era su plan quedarse. Mientras caminaba escucho ruidos extraños. ¿Qué carajos? Fue lo qué pensó.
—Shh —Sus embestidas eran más rápidas y se movía de una manera que la volvía loca. Verla expuesta ante él mientras se retorcía de placer, era jodidamente excitante.
Finalmente llegaron al orgasmo— ¡Evan! —Trataban de recuperar la respiración. Aún no salía de ella— Esto fue... maravilloso. El mejor sexo de mi vida.
—Y no será la única —Besó sus labios delicadamente
Continuó caminando aunque tenía un poco de miedo, hasta que se detuvo al ver algo en el invernadero, su ceño se frunció y trató de enfocar lo mejor que pudo su vista, ver en la oscuridad con tan poca luz es muy difícil. Se acercó un poco más y se quedó perplejo al ver a Celine y Evan besándose desnudos. Un vaso que traía en la mano cayó.
