La noticia de que Aleksei Rosén sería el futuro heredero, era lo único que se veía en los medios de espectaculo de Suecia. Básicamente Valentia se estaba agobiando de ver por todos lados las cara de ese chico apuesto.
Esa noche pasaba algo curioso, pues por primera vez Valentia se despertaba para tomar un vaso de agua en la madrugada. Detuvo su andar al notar un ruido extraño por el pasillo principal, era como susurros de una voz que no distinguía. Con pasos cautelosos se acercó a donde su oído le indicaba y llegó a la oficina de Catalina, vió la puerta entreabierta y al voltear pudo ver una sombra y como caía un arete de perlas.
Se acercó y lo tomó ¿Qué había pasado? Entró a la oficina y no vió absolutamente nada... o eso parecía.Había una prueba de la verdad, una más.
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Después del percance tan extraño, Valentia estaba en la cocina preparando el té matutino de Alek.
—No olvides la azúcar —Dijo Eris.
—Lo sé.
—No importa sí se le olvida, Alek le perdonaría todo —Dijo Alaine con una mirada pícara.
—Me iré antes de que tu cabeza empiece a fabricar cosas que no son —Dijo divertida y salió con la bandeja.
Tocó la puerta como siempre e intento abrirla pero estaba con seguro, cosa muy extraña. Frunció el ceño y espero alguna respuesta— Voy —Se escuchó la ronca voz de Alek.
Abrió la puerta a medias, no llevaba playera y ella iba a pasar de no ser por el bloqueo de él— Vengo a dejarte el té. ¿Puedo pasar?
—Ahora no deseo uno —Dijo sin más.
—¿Todo bien? —Él se mostraba algo nervioso e incómodo— ¿Estás solo? —Por alguna razón fue lo primero que apareció en su mente— ¿Estás con alguien?
—Oye —Una voz femenina se escucho por dentro.
—No tienes que entrometerte en mi vida, sigo siendo tu jefe —Le cerró la puerta en la cara.
Valentia se hizo para atrás y se quedó pensando en qué había pasado. Se suponía que estaban bien, es decir, no se hablaban mal y ahora de la noche a la mañana la trata como si fuera nada. Se enojó, le enojó el hecho de que la tratara así pero también... por saber que estaba con otra mujer, una mujer que no era ella.
—Idiota —Se dió la media vuelta y volvió a la cocina.
Mientras tanto, por dentro Alek se ponía la playera— ¿Desayunaremos?
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Entre nosotros: Serás mío
РазноеSus ojos quieren saber la verdad, pero a ella se le olvida que miente. Un amor prohibido, deseo, pasión, lujuria y amor llena la vida de Valentia Olsson y de Aleksei Rosén. Todo inicia con un asesinato, con una infidelidad y el culpable está entre n...