*Capitulo 3*(part 2)

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Eran las seis y media todavía, aproveché para ir a casa de Ana. Toqué el timbre y me respondió ella desde adentro.

—Eh ¿A dónde vas?— me pregunta.

—Voy a la fiesta de la hermana de Sofía, una amiga de la escuela— le respondo.

—Si se quién es— me dice ella, toda curiosa.

—Te tengo que contar muchísimas cosas—

Estuvimos charlando quince minutos, más que suficiente para que esté enterada de todo.

—Que fuerte lo de los vecinos nuevos, ya sé que es mejor que vayan mis padres a darles la bienvenida— me dice ella burlándose.

—No te burles— nos reímos.

—Así que Lucas, mañana me lo presentas— me sonrojo al escuchar su nombre.

—Bueno me voy que ya Daniel debe estar esperándome— le digo.

—Me cuentas todo mañana— me recuerda —Adiós—.

—Adiós— me despido.

Después de caminar cinco minutos veo a Daniel esperándome.

—Ya sé que vamos a llegar tarde— le digo antes de que diga cualquier cosa.

—Ya que lo sabes, apresúrate para recoger a Lucas y llegar una milésima de segundo temprano— nos reímos y lo guio hasta la casa de Lucas.

Llegamos y lo veo en la puerta esperando por nosotros.

—Se retrasaron— nos reclama.

—Preguntale a la señorita— dice Daniel.

—Lo siento pero no podía irme sin antes ver a Anna— me explico.

—No se porqué es imprescindible para ustedes contarle a sus mejores amigas, lo que les pasa en todo el día— me reprocha Daniel.

—Eso es importante Daniel— me defiendo.

—Pueden parar de pelear y comenzar a caminar— habla Lucas.

—Nosotros no estamos peleando— decimos acorde y reímos.

Luego de caminar dos cuadras más, hablando de cualquier cosa, llegamos a la casa de Sofía. La casa era muy bonita por fuera. Daniel toca el timbre.

—Hasta que al final llegaron— exclama Sofía.

—A mi no me mires, la que se demoró fue Eva— dice Daniel.

—Siempre me echas la culpa a mi, aunque acepto que me atrasé, pero solo un poco— me  justifico.

—Hola, por fin llegaron— nos saluda Laura.

—Ahorrate lo que vas a decir Daniel— le corto antes de que haga el mismo cuento.

—Pero pasen no se queden ahí— dice Ronnie.
 
La decoración estaba hermosa, me quedé perpleja.

Felicitamos a Ronnie y entramos. Vi que ya habían personas dentro. Saludamos a todos y nos sentamos.

—Pon la música Sofía— dice Ronnie desde su asiento.

—Concuerdo contigo— añado.

Tocan a la puerta y como estaba pasando por ahí para coger algún dulce porque tenía mucha hambre, la abro.

—Buenas noches— habla un chico. Me impresiono, tenía una belleza singular, una aura oscura rodeaba su persona y hacia que esa belleza fuera aún más seductora.

—Hola— le digo.

—¿Puedo pasar? Soy amigo de Ronnie— su mirada penetrante me desvestía y sentía un escalofrío por todo mi cuerpo.

—Espera un momento, Ronnie— la llamo y ella se presenta rápidamente.

—Hey ¿Cómo estás? Pasa— dice Ronnie claramente nerviosa.

—Estoy bien, gracias, Felicidades— le dice él y yo me alejo lentamente porque quedé excluida de la plática por completo. Antes de entrar en la cocina lo miro por última vez y lo veo conversando todavía en la puerta con Ronnie.

Cuando estaba cogiendo un dulce, para calmar mi apetito, siento que alguien entra en la cocina. Fugazmente escondo el dulce detrás de mí espalda.

—No sabía que eras una ladrona— me dice una voz masculina desde el umbral de la puerta. Era Lucas y me estaba mirando intensamente.

—Pues si, soy una ladrona, ¿Quieres que comparta lo que tengo contigo?— no puedo resistirme.

—Y si te digo que si, pero no me refiero a ese dulce, sino a otro tipo— su sonrisa pícara hace que me siento en la nubes.

—Yo soy una persona muy servicial y compartidora, así que puedo complacerte— el me acorraló contra la pared y me beso apasionadamente, pero el momento nos duró poco, alguien nos interumpió.

—Lo siento mucho, pero no deberían estar haciendo esas cosas aquí— dice él.

Nos separamos avergonzados y cuando Lucas se apartó pude ver quién nos había interrumpido. Era él, el que me miraba y sentía  que me desnudaba, el del aura oscura.

—No te preocupes que se va a repetir— me susurra Lucas en el oído y me erizo. Se va y me quedo con aquel chico tan intimidante. Tenía los ojos marrones, los labios carnosos, un aspecto bastante fino y sombrío, además un cuerpo atlético.

—Disculpa por haberme entrometido, se lo que se siente— ríe, me mira por última vez y se marcha.

Cuando salgo de la cocina lo primero que veo es a Lucas sentado en el balcón, pero después de lo que pasó, mejor dejamos la charla para otro día. Me reúno con mis amigas, comenzamos a bailar, cantar y beber, refresco en mi caso. Con ellas me olvido de todo, de verdad que no sería capaz de soportar un día en este mundo sin ellas. Nos sentamos para descansar.

—Tengo que contarles algo— les digo, me miran con los ojos abiertos como platos.

—Habla— dice Laura.

Después de contarles lo que me pasó, me miran sorprendidas.

—Que fuerte— comenta Laura.

—Dios mío— añade Sofía.

Las miro y me reí, ella se suman. Cuando veo la hora ya eran los once y treinta.

—Chicas nos vemos mañana, quiero evitarme una discusión con mi mamá, así que me voy— les explico.

—¿Tan temprano?— me miran con ojos de cordero degollado.

—Lo siento pero no me van a convencer, Adiós— nos abrazamos y ellas se quedaron allí hablando.

—Ronnie ya me voy espero que...— la gente tiene la manía de no dejarme terminar las frases, pero la entiendo, el alcohol la hace vomitar.

Veo que Daniel está muy ocupado flirteando con una chica, así que mejor me ahorro el tener que interrumpirlo.

Busco a Lucas pero no lo veo, así que decidido marcharme sola.

Cuando estoy caminando por esas calles tan oscuras, siento que alguien me está siguiendo. Me giro y veo a aquel chico de figura tan perfecta y sombría, caminando detrás de mí.

Y aquí esta el final del capítulo tres, espero que les halla gustado y pues hasta el próximo cap!!

Amarga RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora