¿Mis Qué?

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Se dice que cada decisión que tomamos abre un mundo de posibilidades, no importa cuál sea la decisión, pues hubo un momento, un tiempo y un lugar, donde tomamos la decisión contraria, desde All Might manteniéndose firme y no darle el One For All a Izuku Midoriya, hasta un mundo donde la misma Eri rebobinó a Chisaki al punto de desaparecerlo tomando el control de la yakuza bajo sus manos.

Pero esas son historias para otro momento, lo que nos lleva a uno de los muchos universos, creados por un extraño ente que tiende a modificar las vidas de sus víctimas para cumplir sus caprichos y brindarles tanto felicidad como frustración a sus lectores.

Esta es la historia de cómo nuestro querido amigo, Izuku Midoriya triunfó sobre el gran mal que azotó a su ciudad y al mundo, este era un mal conocido como liga de villanos, pero, esta nueva aventura era algo que quizás le daría mucho más miedo que derrotar a todos los villanos del tártaro en un combate de todos contra uno.

Ahora mismo podemos ver como Izuku Midoriya, el gran héroe Deku caminaba tranquilamente por las calles de Musutafu con una caja blanca en manos. Podíamos verle un poco más alto y con un cuerpo más trabajado, pero no en exageración como el de su mentor, este era proporcional a alguien de su edad actual, 19 años.

Su cabello mantenía ese estilo desordenado, su piel se miraba ligeramente tostada al estar patrullando las calles al ejercer como héroe profesional, en su rostro podían verse aquellas pecas como rasgo distintivo y sobre todo esos ojos color esmeralda que hipnotizaban a sus fans.

Su cabello mantenía ese estilo desordenado, su piel se miraba ligeramente tostada al estar patrullando las calles al ejercer como héroe profesional, en su rostro podían verse aquellas pecas como rasgo distintivo y sobre todo esos ojos color esmera...

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La indumentaria de ese día constaba de una sudadera de color gris con capucha, ya que era una mañana fresca, llevaba unas bermudas de color azul que llegaban por debajo de las rodillas y por supuesto, sus clásicas zapatillas deportivas de color rojo no podían faltar.

- Bien el día de hoy me ha salido todo bien, el agua de la regadera salió caliente, el desayuno no se me quemó y el pedido está en buen estado, además de que voy con 30 minutos adelanta... -Su charla consigo mismo se vio interrumpida, cuando miró como en su teléfono celular aparecía una fotografía identificando a la persona.

- Te necesito, es urgente –Dijo la voz claramente femenina, el chico no perdió tiempo, su cuerpo se rodeó de energía color verde y salió disparado dejando la caja flotando unos segundos y antes de caer al suelo, el peliverde regresó usando sus ropas de héroe.

- Si pierdo esto, me matan –Comentó para sí mismo el muchacho y desaparecer en dirección a su destino cambiado, no había que ser un genio para saber dónde se encontraba ella.

No demoró casi nada, pues se miró como abrió la puerta de golpe y entonces se encontró cara a cara con una chica que él conocía bastante bien, aunque no esperaba encontrarla precisamente a ella en ese lugar.

Sus cabellos morados y cortos que llegaban a la altura de su nuca mientras dos largos mechones se deslizaban enmarcando ambos lados de su rostro. Esta usaba un suéter morado apegado a su esbelta figura, llevaba unos pantalones de mezclilla ceñidos al cuerpo y unos converse de color negro como calzado, mientras que como un extra llevaba puesto un mandil encima de la ropa. La joven actualmente tiene 19 años.

Princesas MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora