Decisiones

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La situación estuvo tensa por varios minutos, Izuku por instinto había activado la bomba de humo para realizar un gracioso escape, sin embargo su amiga de la infancia lo alcanzó y exactamente como si se tratara de un dibujo animado clásico se miraba como la cabeza del Midoriya sobre salía de la nube, pero la mano de la chica lo regresaba al interior mientras los maullidos felinos de mal humor no se hacían esperar.

- ¡Kasumi-chan! ¡Izuku-kun! –Llamaba Momo queriendo detenerles, pero la rubia malhumorada parecía no escucharla, al intentar la mano, Momo se ganó un zarpazo por entrometida- ¡Auch! –Se quejó la Yaoyorozu mirando su piel enrojecida por el ataque- ¡DETENGANSE EN ESTE INSTANTE! –Mencionaba Momo más molesta por el ataque, aunque seguía siendo ignorada- Toga-chan, Mineta ayúdenme, tenemos que separarles –Mencionaba angustiada la pelinegra mirando a sus compañeras.

- Yo creo que pasó, Kasumi la última vez me hizo llegar a la playa Dagoba con una sola explosión –Decía Mineta algo asustado y evadiendo la petición de ayuda.

- Espera, ya casi terminó este nivel –Mencionó Toga con su teléfono celular en manos- Maldita sea, no puedo recordar ningún animal con ¨v¨ de víbora –Se quejaba Toga sacándole una gota de sudor a Momo.

- Kacchan, espera... déjame explicarte, todo tiene una explicación –Decía el peliverde queriendo evitar que la ira de su amiga se saliera de control, pero parecía que ya era tarde.

- DEBERÍA CASTRARTE CON MIS MANOS ¡MALDITO INFIEL! –Exclamaba la rubia bastante molesta, mientras que Inko se acercaba a donde se llevaba a cabo la pelea.

- Espera Mamá Inko, podría lastimarse –Dijo la chica mirándose como la peliverde solo metió la mano en la nube de polvo interrumpiendo el conflicto de golpe, fue cuando se vio como la mujer había levantado a Kasumi del cuello de la ropa.

- Mira, quien lo diría, es de raza y no corriente como pensábamos –Murmuró Toga haciendo que Melissa se cubriera la boca para no soltar la carcajada.

- Kasumi-chan ¿Qué dijimos de pelear en mí casa? –Preguntó Inko alzando una ceja, mientras la rubia se cruzaba de brazos y ligeramente sonrojada.

Una vez calmada la situación podemos ver como actualmente la señora Midoriya tenía a la rubia malhumorada sentada en la esquina de las niñas malas, la chica explosiva llevaba un sombrero de castigo en forma de cono, mientras estaba de brazos cruzados y con la tarea de reflexionar sobre sus acciones.

- Menos mal se detuvo ¿Estas bien Izuku-kun? –Preguntó Momo mirándose como Mineta lo ayudaba a ponerse de pie, mientras Izuku asentia.

- Arriba viejo, vamos al sofá –Mencionó el chico de las esferas en la cabeza mientras que el peliverde se miraba algo desalineado gracias al ataque de la fierecilla Bakugo.

- Iré por el botiquín –Comentó Inko, pero esta vez Toga se puso de pie.

- Lo haré yo Mamá, descuide ya sé dónde es, eh dormido muchas veces aquí y no se han dado cuenta –Mencionó Himiko con una sonrisa traviesa causándole escalofríos a Izuku.

- Eso explica muchas cosas –Dijo Inko, pues a su hijo en ocasiones se despertaba con mordidas en el cuerpo, pero no decía nada, él ya estaba bastante grandecito para saber que hacía y con quien.

- Bueno entonces iré por las niñas, me sorprende que no se hayan despertado con el ruido, además ya es hora de que despierten o no dormirán toda la noche –Explicó la peliverde- ¿Me acompañas Melissa-chan? –Preguntó la peliverde a la rubia de los anteojos.

- Seguro Mamá –Respondió la Shield siguiendo a Inko, mientras que Mineta lograba dejar al peliverde en el sofá y Momo se sentaba a su lado comenzando a crear un juego de vendajes.

Princesas MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora