Último Beso

7.

Parte 2

—Hola Taylor—la voz de Laura estaba un poco más ronca de lo normal. Bajo sus ojos tenía ojeras bastante pronunciadas, usaba el cabello suelto y una gorra, parecía agente encubierto.

—¿Laura? ¿Q-que haces aquí?

—Pensé que necesitabas algo de compañía—se guardó las manos en los bolsillos de su sudadera—Yo la necesito...

—Por favor, pasa—la dejé entrar y antes de cerrar la puerta verifiqué que nadie la hubiera seguido.

—Tranquila, Jill me ha traído junto con mi guardaespaldas. Nadie sabe que estás aquí.—se quitó su gorra—¿Ya ibas a dormirte?

—Creo que solo iba a acostarme. No he podido dormir en estos días... Por lo que veo tu tampoco.—nos sentamos en el sofá

—Es difícil dormir sin alguien a mi lado. ¿Hablaste con Holly? 

—Sí. No tuvo nada que ver. Me invitó a uno de sus conciertos esta noche pero... Bueno, no es como que pueda salir con libertad.—asentí—¿Quieres tomar algo?

—¿Recuerdas nuestra última noche juntas?—su mirada era nostálgica. Me cayó de sorpresa su pregunta.

—¿Nuestra última noche? Eh... Fue hace mucho tiempo, recuerdo muy poco...

Claro que recordaba muy bien esa noche. Cada segundo, cada minuto de ese día estaba tatuado en mi memoria, y por más que intenté reprimirlo y olvidarlo nunca lo logré.

Flashback
Noviembre 2015, OITNB temporada 4, capítulo 12.

Había discutido toda la semana con Laura, y así era nuestra vida últimamente. El estrés de llegar a grabaciones por la mañana y salir hasta altas horas de la noche sin tener un poco de tiempo para ambas, nos estaba consumiendo a cuentagotas. Además de que, de nuevo, había rechazado su propuesta de matrimonio pues aún no era el momento.
Ya se cumplían 3 semanas desde la última vez que tuvimos intimidad, y aunque ambas teníamos la necesidad de romper con nuestro récord más largo de días sin sexo, estábamos muy cansadas siempre.

Aquella tarde, grabamos una escena de Alex y Piper haciéndolo en un fuerte de cajas de cartón. Debía admitirlo, fue realmente excitante aunque fuera actuado. Cuando terminamos de grabar, quise llevarme a Laura a mi camerino para continuar con la escena en privado, pero solo me dejó un beso en la mejilla y se fue a casa con la excusa de que estaba muy cansada. Había algo en su mirada que no me convencía, algo pasaba en su mente. Algo la estaba alejando de mi.

Cuando por fin pude irme, llegué al que había sido mi hogar compartido durante dos años.

—¿Laura?—dejé mis cosas en la sala—¿Dónde estás?—caminé hacia la habitación y la encontré fumando en el balcón. Solo hacía eso cuando estaba triste... —Hey babe.

—Mh, hola—apagó su cigarrillo—No te oí llegar.

—Me doy cuenta—me senté junto a ella—¿Quieres cenar algo o...? Espera, ¿estabas llorando?—noté sus ojos levemente hinchados

—Si, pero no importa—se levantó y la seguí

—Laura por favor, hoy no...—dije, demostrando mi cansancio ante la misma discusión de todas las noches—Estábamos teniendo un buen día... ¿Tenemos un motivo para discutir?

—No sé de que hablas. Tener esas escenas hoy no significa que haya sido un buen día.—se metió al baño para usar el lavamanos

—¿Entonces?