Al día siguiente...
Después de lo ocurrido anoche, Laura se aseguró de que nadie nos hubiera visto y entonces corrió a encerrarse a casa de su hermana sin decir una sola palabra. Volví al evento con Emily, y extrañamente no me sentía ni un poco culpable. Lo admito, fui débil ante ella una vez más. Eso me demostraba que, por mucho o poco tiempo que llevara casada nunca podría olvidarme.
No quería dejarla ir sin antes aclarar mi sentir y el suyo, así que desperté antes que Emily y me dirigí a casa de Dani, la hermana de Laura.
—¿Taylor? Vaya, no te veo desde hace mucho...—su hermana abrió la puerta
—Hola, uh, lo siento. ¿Está Laura? Necesito decirle algo
—Así que eres esa razón por la que se fue anoche—se cruzó de brazos
—¿Se fue?
—Hace ya tres horas llegó a Brooklyn... ¿Pasó algo entre ustedes? Es decir, me resulta demasiada casualidad que estés aquí a esta hora y que ella huyera como solia hacerlo cuando salía contigo.
—No pasó nada. Perdón por despertarte, o por molestar, adiós.—me di la vuelta y camine de regreso al auto.
Ahora sí que empezaba a sentirme culpable. Emily no merecía esta estupidez, porque eso es lo que fue. Una estupidez.
Laura
—¿Entonces? ¿Hablaste con Taylor?—decia Ben cepillando el cabello de Ella mientras yo bañaba a Miles—Eh, si. Algo así.
—¿Sirvió de algo? Lo siento, pero no noto una diferencia en tu ánimo
—suspiré—Taylor fue, bueno, fue demasiado indiferente. Recibí la invitación para su boda después de que su prometida la obligara. Y eso es todo.—saqué a Miles del agua y lo envolví en una toalla.
—Hay algo que no me estás diciendo—Ben se acercó a mi—Lo noto en tu mirada, aunque has estado evitándome desde que llegaste.
—No es nada—sonreí para hacerlo sonar creíble—De verdad. Solo estoy cansada, después de vestir a los niños iré a recostarme y despertaré como nueva.—me miró poco convencido de mi respuesta.
La culpa por lo ocurrido con Taylor empezaba a consumirme. Ben era de esas personas a las que no puedes ocultarle algo, si yo no se lo decía tarde o temprano iba a saberlo. Lo mejor era que me comportara como si nada hubiera pasado, manteniendo la mentira hasta que eventualmente lo olvidara.
Por la tarde, mientras Ella y Miles dormían la siesta y Ben atendía juntas de trabajo, invité a Natasha a mi casa, a alguien tenía que contarlo.
—Esto es raro Prepon. Nunca me invitas a tu casa—bromeó, pues vivíamos relativamente cerca y era común encontrarnos seguido ya fuera en su casa o en la mía—¿Cuál es la urgencia?—se sentó en el sofá
—Yo uhm...
—¿Besaste a Taylor?—soltó de repente
—me sonrojé—¿Qué? ¡No!
—Por favor Laura—rió—Conozco esa cara, esos nervios que muestras al empezar a hablar. Así que, solo dilo.
—No es divertido cuando ya lo sabes—me crucé de brazos
—Joder, ustedes dos si que eran tal para cual. Taylor me llamó y me lo contó todo.
—¡Lo sabía!
—Fue a buscarte a casa de Dani pero no estabas ahí. Pero en serio, ¿que demonios pasa con ustedes? ¿van a volver? ¿Taylor será la nueva novia fugitiva?
—¿Quieres bajar la voz? Mis hijos duermen.
—Ah perfecto, no te has olvidado de ellos. Verás, no soy la persona correcta para juzgar a ambas, pero deben resolver lo suyo.
—No volverá a pasar... —por mi mente pasaron todas esas veces en las que dije lo mismo, y aquí estaba de nuevo en ese bucle del que no podía escapar.
Natasha eligió quedarse a cenar, a Ben le agradaba su presencia pues ambos tenían el mismo sentido del humor, además de que apreciaba la buena amistad que nos brindaba y lo excelente que era con los niños. Algo que me hubiera gustado vivir con Taylor.
Taylor
Decidí hacerle compañía a Emily mientras hacía una de sus esculturas con arcilla, aunque me estaba consumiendo la ansiedad de solo pensar que quería hablar sobre lo ocurrido con Laura, pues desde que llegué a la casa no dije ni una sola palabra al respecto. Pero llevábamos más de una hora aquí y no había preguntado nada, así que eso empezaba a calmarme.—¿Entonces? ¿Laura tiene su invitación?—soltó de repente
—Si, pero no creo que pueda ir. Dijo que tendría que viajar con su esposo.
—Tay, te conozco—hizo su escultura a un lado—¿No estás inventando una excusa?
—No. De verdad, eso es lo que me ha dicho cuando le entregué la invitación. —titubee—¿Porqué no me crees?
—Porque has estado demasiado rara desde anoche. Si vamos a casarnos, vas a tener que confíar en mi. De lo contrario, aún estás a tiempo para arrepentirte. —sus palabras resonaron mucho en mi cabeza.
¿Y si de verdad quería cambiar de opinión? ¿Y si una parte dentro de mi se sintió obligada a aceptar casarme con ella cuando sé que eso no es lo que quiero? ¿Podría tener otra oportunidad con Laura?
Era difícil saber la respuesta de tantas preguntas.—Confío en ti—tomé sus manos—Nunca dudes de que quiero pasar el resto de mi vida contigo—sonreí
—rió—No te haría daño decirlo de vez en cuando
—Si bueno, no soy una mujer de palabras, sino de acciones...—me acerqué a ella y dejé un beso en su cuello enterrando mi cara en él. Me rodeó con sus brazos, entregándose a un abrazo reconfortante.
Aún no podía creer que, de una u otra forma, le estaba mintiendo. Pero ya no había vuelta atrás.Por la madrugada, Emily dormía profundamente y yo no podía dejar de dar vueltas, me estaba costando mucho quedarme tranquila. Y en mi cabeza solo había una solución a ese insomnio: hablar de nuevo con Laura.
Me levanté y sin hacer mucho ruido, tomé algo de ropa para vestirme y no salir en pijama, afortunadamente Tank también dormía y no hizo ruido alguno cuando salí de la casa.
Iba a arreglar esto de una vez por todas.

ESTÁS LEYENDO
Último Beso
Roman d'amourHistoria Laylor, inspirada por una canción y porque la escena de la portada fue la última vez que se besaron (como Vauseman y Laylor). Aclaro de una vez: •No hay hate hacia la elección de pareja de ambas, esto es f i c c i ó n •Si van a tirar hat...